Esa mujer que estuvo destruida y se volvió a parar. Esa que triunfó después de estar desahuciada. Esa imagen femenina casi de película que vive el dolor con pasión y logra salir adelante. Laura Pausini personifica esa fortaleza que las mujeres se atribuyen para poder superarlo todo.
A lo largo de su vida no ha tenido grandes sobresaltos, pero la superventas italiana tiene el valor de transmitir un poder femenino capaz de poner de pie y hacer cantar a un estadio entero a punta de una lograda interpretación de un infalible cancionero.
Anoche lo logró desde el primer minuto en un Movistar Arena que recibió a 11 mil personas de un público donde las mujeres adultas eran mayoría absoluta. Con Patricia Larraín y la actriz Maité Orsini entre ellas. "Idola, ídola", le grita un coro de voces agudas, mientras ella despliega su pasión y envolvente registro en canciones románticas que no se han esparcido por el mundo por casualidad.
Peinada y maquillada como para una fiesta elegante, Laura Pausini se cambia tres veces de ropa durante un recorrido de éxitos que tuvo cumbres en Emergencia de amor arreglada sobre las bases de un rock ochentero y en las muestras de pasión italiana para interpretar Amores extraños y Las cosas que vives.
La proyección de un video donde repasaba un discurso sobre el cambio climático apareció como una extraña isla dentro de un show de alto vuelo. Un complemento visual de primer nivel enmarcó la performance de una mujer que derrocha pasión. Pasión italiana.