El proceso de retorno de los desplazados por el conflicto con la insurgencia talibán en el noroeste paquistaní comenzó, con un plan gubernamental que prevé devolver a sus casas a 5.000 familias entre hoy y mañana.
"Este día es el principio del fin de la fase de gestión de los desplazados", dijo en discurso el primer ministro del país, Yusuf Razá Guilani, que cuantificó el coste para la rehabilitación total de los desplazados en 2.600 millones de dólares.
Según informaron distintos medios paquistaníes, el primer convoy de desplazados (IDP) llegó ya hoy a la población de Landakai, en el valle de Swat, una zona que fue escenario de cruentos combates desde finales de abril entre el Ejército y los integristas.
"El Gobierno quiere centrarse en el retorno de los desplazados a Swat y debe cerciorarse con responsabilidad de que las condiciones son seguras", dijo por teléfono una portavoz de la Alta Comisaría de la ONU para los Refugiados (ACNUR), Stephanie Bunker.
Las ofensivas emprendidas por el Ejército desde 2008 en el noroeste del país provocaron el éxodo de más de 1,9 millones de personas, aunque las autoridades siempre mantuvieron que se trataba de éxodos temporales.
"Mi Gobierno tiene la visión de que libramos dos guerras simultáneas: la del Ejército contra los insurgentes, y la que el Gobierno civil lleva a cabo para asistir a los desplazados", añadió el primer ministro, según un comunicado divulgado por su oficina.
El anuncio del retorno se produjo el pasado jueves por boca del propio Guilani, sólo un día después de que el Ejército diera luz verde al regreso de los civiles por estimar que en Swat quedaban sólo algunos focos de resistencia.
El primer ministro anunció ya hoy que todas las familias registradas como desplazadas están recibiendo una ayuda de 25.000 rupias (unos 300 dólares) a través de tarjetas de crédito, para evitar usos fraudulentos o corrupción.
Según aseguró una fuente oficial a la agencia paquistaní APP, el Gobierno se hará cargo de todos los costes de transporte para la vuelta de los desplazados en tres etapas, en un plazo total de unas dos semanas.
La primera fase, de dos días, comenzó hoy con desplazados de los campos de Salim, Palosa, Charsadda y Jalzai, donde para acoger a las familias las autoridades dispusieron vehículos, servicios de sanidad y unidades de documentación, informó el canal televisivo Geo.
La segunda fase afectará a quienes se han refugiado en escuelas y colegios, y ya en una tercera etapa el Gobierno pedirá la vuelta de todos aquellos que han buscado refugio en casas de parientes y también de quienes salieron de la Provincia de la Frontera Noroeste huyendo de los combates.
"No obligaremos a nadie a regresar, y los desplazados serán devueltos a sus hogares según su propio calendario", aseguró la fuente de APP, que precisó que se han restablecido en Swat los servicios de agua corriente, electricidad, gas y teléfono.
Pakistán, preocupado por el avance de los insurgentes en la zona, lanzó a finales de abril una intensa ofensiva contra los talibanes en los distritos noroccidentales de Bajo Dir, Buner y Swat, lo que dio pie a un masivo éxodo de los residentes en la región.
De acuerdo con la portavoz de la Acnur, la vuelta a casa de los desplazados afecta mayormente a los originarios de Swat, ya que en Buner su organización ha constatado un regreso "espontáneo" de muchos de quienes se marcharon.
"Habrá que esperar a que el Gobierno lleve a cabo el realojamiento. Por el momento disponemos de información muy fragmentada", aseguró Bunker.
La ofensiva militar de Swat ha causado la muerte de 1.700 insurgentes, según afirmó el viernes Guilani, aunque los recuentos del Ejército no cuentan con comprobación independiente.