Comienza la era Milito en O'Higgins

La era Milito está en marcha. El ex defensor del Barcelona cumplió sus primeras obligaciones como el nuevo entrenador de O'Higgins: dirigió su primer entrenamiento en el Monasterio Celeste y fue presentado por el club que preside Ricardo Abumohor, quien con la llegada del ex zaguero pretende remecer a un plantel que no suma puntos en el inicio del Torneo de Transición: en tres encuentros acumula tres caídas y, además, luce un registro defensivo paupérrimo, con siete goles en contra. En la delantera el panorama es igual de malo, pues ha anotado apenas un gol.

El ex técnico de Independiente, quien firmó por los próximos dos años en la escuadra de la Sexta Región, asume el desafío que enfrenta. "Vengo con ganas de revertir la situación, de empezar a ganar", declaró en su primera intervención pública como entrenador rancagüino. "El campeonato empezó y hay que intentar tener una reacción inmediata ante esta adversidad. Esperemos que sea momentánea y pasajera. Siendo consciente que de los malos momentos -y de el fútbol está lleno de ellos- se sale con trabajo, seriedad y con muchas ganas de revertir la situación".

Además, aseguró que intentará aprovechar el envión anímico que supone su llegada. "Cuando hay un cambio de entrenador, las expectativas se renuevan... Al equipo lo noté con buena energía, con mucha confianza y con deseos de salir adelante. Ése me parece un buen punto de partida.", afirmó.

Para la búsqueda de su objetivo, Milito apelará al estilo que, según dijo, cultiva en conjunto con su cuerpo técnico. "La esencia nuestra es intentar ser protagonistas, intentar que el rival juegue incómodo. Intentar no solamente un juego directo, sino también un juego asociado. Creemos que, de esa forma, la pelota circula con mayor precisión", añadió, a modo de carta de presentación.

El ex zaguero culé se mostró ilusionado por llegar al fútbol chileno. "Agradecemos la oportunidad que nos están dando en este momento los dirigentes siendo tan jóvenes y sin tener una gran experiencia", sostuvo el estratega, cuya última gestión en una banca fue la que tuvo en Independiente, el último club al que defendió como futbolista y al que había llegado después de dejar el Barça.

También atribuyó su llegada a la nueva imagen que tiene el fútbol chileno en el exterior. "Está atravesando por un muy buen momento", valoró.