La Policía británica comenzó hoy un masivo operativo de seguridad para la boda real del príncipe Guillermo y Kate Middleton, prevista para el 29 de abril próximo en la Abadía de Westminster, en Londres.
Los efectivos se concentraron en diversos puntos de la capital, para detectar la eventual presencia de explosivos o armas escondidas. Revisaron tuberías, redes de alcantarilla, postes de luz y semáforos en los alrededores del barrio de Westminster, para garantizar que la boda no se vea interrumpida por un ataque.
Grupos radicales ya anunciaron protestas el día de la ceremonia. Se trata de "Musulmanes contra las Cruzadas", quienes protagonizaron otra manifestación durante el Día del Armisticio de la Primera Guerra Mundial, cuando quemaron broches en forma de amapola roja que los británicos se colocan en la solapa el 11 de noviembre para conmemorar esa fecha.
También protestaría la Liga de Defensa Inglesa, que aboga por una Gran Bretaña "blanca y sin inmigrantes". Llevarán a cabo una "contra marcha" para repudiar la manifestación del grupo musulmán. En las últimas horas Scotland Yard informó que no está autorizada la marcha del primer grupo.
29 DE ABRIL
Durante el día de la boda, la Policía montará un plan de seguridad para proteger a la pareja de casados, como también a los miembros de la Familia Real, ministros, mandatarios internacionales y miembros de la Realeza europea.
Ian Fairman, a cargo del operativo de seguridad, afirmó que los agentes están entrenados para mantener la vigilancia "en todo momento y controlar áreas donde objetos amenazadores pudieran estar escondidos". "Los policías chequearán áreas vulnerables en toda la ruta de procesión real", agregó.