La reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU, solicitada ayer por EE.UU., Corea del Sur y Japón en respuesta a una nueva prueba balística de Corea del Norte, arrancó hoy con llamamientos de unidad de varios países miembros.

"Esperemos poder estar unidos en las condenas de las acciones de Corea del Norte, que son completamente inaceptables", afirmó el embajador de Japón ante la ONU, Koro Bessho, a su entrada a la reunión, que se celebra a puerta cerrada.

"Japón siente que debemos ejercer más presión (sobre Corea del Norte), pero hay que debatir cómo hacer eso", agregó el diplomático nipón.

Por su parte, la embajadora adjunta de Francia, Anne Gueguen, afirmó que es "más crucial que nunca mostrar unidad", actuar de forma "colectiva" y reaccionar "con determinación y firmeza" a las provocaciones de Corea del Norte.

El régimen de Pyongyang debe desmantelar su programa balístico y sentarse a la mesa de negociaciones, añadió la representante francesa a los periodistas antes del inicio de la reunión.

El embajador británico, Matthew Rycroft, aseguró, por su parte, que las últimas pruebas son "ilegales, provocativas, escandalosas y peligrosas", y dijo que el Consejo debe trabajar "rápido" para condenarlas y endurecer las sanciones.

El diplomático británico añadió antes de entrar a la sala que su país está trabajando junto con el resto de sus socios en el máximo órgano de decisiones de Naciones Unidas para responder "unidos" ante las provocaciones de Corea del Norte.

La reunión fue solicitada después de que Pyongyang lanzara el lunes un misil que recorrió más de 2.700 kilómetros y sobrevoló parte del territorio japonés antes de caer en aguas del Pacífico, cerca de la costa nipona.

Según el Gobierno surcoreano, el de ayer fue el decimotercer lanzamiento de un misil balístico por parte de Corea del Norte en lo que va de año, el primero de los cuales, realizado el 4 de julio, llevó a que el Consejo de Seguridad aprobara un paquete de nuevas sanciones contra Pyongyang.

El misil, disparado desde las proximidades de la capital norcoreana, es el primero desde 2009 que ha sobrevolado Japón y tuvo lugar después de que el sábado Pyongyang lanzara tres proyectiles balísticos de corto alcance a las aguas del mar de Este, y tras probar el mes pasado dos misiles balísticos intercontinentales (ICBM).