Un plan de seguridad social único, que se financie a través de la cotización legal del 7% que cada trabajador paga mensualmente para cubrir los gastos en salud, fue la premisa que estableció la Comisión Asesora Presidencial para la Reforma del Sistema de Salud Privado, para diseñar la propuesta que deben entregar a la Presidenta Michelle Bachelet.
Así lo aseguró el secretario ejecutivo de la instancia, Camilo Cid, quien aclaró los puntos que generaron controversia entre los mismos integrantes de la instancia, que a mediados de septiembre deben entregar la propuesta al gobierno.
Eso, luego de que el pasado jueves los miembros de la comisión votaran, como propuesta de reforma a la salud a largo plazo, la creación de un seguro universal público, del tipo Fonasa, que congregaría a todos los chilenos y que eliminaría a la larga a las isapres, entidades que pasarían a ofrecer sólo seguros complementarios.
"Ahora viene una discusión de cosas concretas. Lo de ayer (jueves) fue la votación de modelos ideales, que puede ser donde la comisión recomienda ir en un mediano a largo plazo, 10 años u otros tres gobiernos, pero ahora estamos concentrados en el proyecto de ley actual", aseguró.
LA PROPUESTA
Para lograr mayor seguridad social, la propuesta que se ha expuesto en la comisión es la de crear un "plan de seguridad social, que se financie con el 7% de las cotizaciones del sistema privado y que vaya a un fondo común entre las isapres. Eso generará mayor solidaridad entre ellas y un acceso igualitario equitativo", explicó.
Dicho plan, agregó, sería único, estándar e incluiría, además del fondo interisapres, como mínimo, lo que ofrece Fonasa, la cobertura GES y para enfermedades catastróficas.
Se trata de una idea que, para el director ejecutivo de la Asociación de Isapres, Rafael Caviedes, no es viable.
"Podría funcionar en el momento cero, pero en el año dos y tres, no. Los costos de salud y la medicina suben a más del 5% anual, a diferencia de las remuneraciones, que no se incrementan al mismo nivel y, por ende, las cotizaciones no van a cubrir los gastos del sistema", aseguró Caviedes.
Añadió que un cambio de esta naturaleza necesita de una ley que faculte a las isapres para reajustar los precios anualmente, mediante un modelo, con un panel de expertos.
"No puedes fijar en salud los costos al 7%. Y si es así, una ley debiera facultar a las isapres para racionar como lo hace el Estado, es decir, con colas o listas de espera, pues racionar la oferta sería la única posibilidad de mantener financiado el sistema", indicó.
La propuesta de reforma, además, incorporaría la primera señal de integración de ambos sistemas, que los expertos proponen aunar a futuro. Al respecto, Camilo Cid explica que dentro del 7% que destinarían los trabajadores, "se ha pensado en una franja de financiamiento mínima, pero inicial, una mancomunación entre isapres y Fonasa, para financiar algunos problemas específicos por definir, como, por ejemplo, los medicamentos de alto costo".
De esta forma, el fondo público-privado servirá para "integrar el sistema. Ese fondo se haría con un porcentaje muy pequeño del 7% de los afiliados a isapres o, también, se podría hacer subiendo el tope máximo de cotización, para que sean recursos nuevos. Esas son alternativas en discusión".
La propuesta también se basa en que un afiliado a isapre "no paga en promedio el 7%, sino el 10%, y con esa diferencia se podrían comprar seguros complementarios, que pueden ser o no de las mismas isapres".
Hernán Doren, presidente de la Asociación de Isapres, dijo que este planteamiento a largo plazo colapsaría el sistema, porque "habría que ver si los hospitales y consultorios están preparados para recibir a tres millones más de chilenos".
Agregó que "se habla de replicar modelos internacionales, pero eso también se probó con el Transantiago".