La Comisión Europea (CE) aprobó las ayudas dadas por el Gobierno británico para salvar el Royal Bank of Scotland (RBS), que supusieron la mayor inyección de capital público en una compañía de la historia de la Unión Europea (UE).
Bruselas dio su visto bueno al plan para eliminar los activos tóxicos de Royal Bank of Scotland (RBS) y aprobó además el plan de reestructuración de la entidad, por el que ésta reducirá su tamaño a cambio de recibir las ayudas públicas.
"Este caso ha sido uno de los más complejos que ha tenido que tratar la Comisión durante la crisis financiera", ha afirmado hoy la comisaria de Competencia, Neelie Kroes, en un comunicado.
El portavoz comunitario de competencia, Jonathan Todd, ha precisado que se trata de la mayor cantidad de ayudas nunca antes recibidas por una compañía europea.
El Royal Bank of Scotland fue uno de los bancos más castigados por la crisis financiera mundial, hasta el punto de que en 2008 registró pérdidas de 24.137 millones de libras (unos 27.274 millones de euros), las mayores de la historia empresarial británica.
En octubre de 2008, cuando RBS se encontraba al borde del colapso, el Gobierno británico acometió un plan de rescate sin precedentes e inyectó 20.000 millones de libras (22.000 millones de euros), de modo que pasó a controlar el 70 por ciento su participación en la entidad.
La aprobación de estas ayudas estaba condicionada al diseño de un plan de reestructuración por parte del banco, que fue presentado en la Comisión en junio de este año y que hoy ha recibido luz verde por parte de Bruselas.
Además, el banco se adhirió al llamado Programa de Protección de Activos, implementado por el gobierno de Gordon Brown para recuperar la confianza en el sistema bancario.
Según este plan, el Estado cubriría el 90% de las pérdidas experimentadas por una cartera de activos por valor de 281.000 millones de libras (309.100 millones de euros), mientras que RBS debía asumir el primer tramo de pérdidas hasta 60.000 millones de libras (66.000 millones de euros) y el 10% de la totalidad de las pérdidas suplementarias.
También prevé este esquema una segunda recapitalización por valor de 25.500 millones de libras (28.050 millones de euros), además de otras medidas.
A cambio, RBS se comprometía a pagar 6.500 millones de libras (unos 7.345 millones de euros) al Tesoro y reanudar los préstamos a PYMES y a quienes quisieran comprar una vivienda.
Tras analizar los detalles del plan, el ejecutivo comunitario concluyó que las medidas concebidas garantizan el "futuro sostenible" de RBS sin necesidad de apelar de nuevo al apoyo estatal y prevén la participación del banco en los costes de la reestructuración.
Además, incluyen salvaguardas para evitar distorsiones en la competencia, como la reducción del tamaño de la entidad.
Bruselas ha valorado además que el plan de absorción de activos tóxicos elaborado por las autoridades británicas contempla un reparto "justo" entre RBS y el Gobierno de las pérdidas, y la cesión de varias de las actividades del banco, como la división de seguros.
"Teniendo en cuenta todos estos factores, la Comisión ha decidido hoy aprobar este plan de medidas", señaló Todd.