La alemana Hapag-Lloyd y la chilena Compañía Sudamericana de Vapores (CSAV) obtuvieron el jueves una aprobación condicional de la Unión Europea (UE) para su fusión, la que creará la cuarta mayor firma mundial de transporte de contenedores.
La fusión es importante para la industria del transporte marítimo, donde la consolidación podría ayudar a sobreponerse de la peor depresión de la que se tenga registro. Y si los reguladores no son tan duros sobre el acuerdo, podría alentar a más fusiones en el sector.
La Comisión Europea dijo que la aprobación dependía del retiro de Vapores de dos consorcios con rutas que unen el norte de Europa con el Caribe y la costa oeste de Sudamérica, donde la entidad fusionada enfrentaría una insuficiente competencia que arriesgaría incrementos en los precios.
"A través de los compromisos, nuestra decisión evita el riesgo de que la fusión entre Hapag Lloyd y Csav pueda llevar a algún aumento de precios", dijo en un comunicado el Comisionado de Competencia de la UE, Joaquín Almunia.
Reuters reportó el 5 de septiembre que la unión sería aprobada por la Comisión luego de que las empresas ofrecieran concesiones.