La Comisión Europea (CE) propuso hoy que los Estados miembros acojan en los próximos dos años a 40.000 demandantes de asilo llegados a Italia y Grecia desde abril.
La distribución se realizará en función del PIB, la población, la tasa de desempleo y el esfuerzo previo realizado por el país de acogida, pese a las protestas de países como España, que consideran que la CE ha concedido en el cálculo un peso demasiado reducido al desempleo y a la tasa de acogida previa (un 10 % cada uno, frente al 40 % que concede a cada uno de los otros dos factores).
No participarán en la medida Italia y Grecia, los más afectados por la llegada de inmigrantes a través del Mediterráneo, ni tampoco Reino Unido, Irlanda y Dinamarca, con derecho de no participación reconocido en los tratados.
El Ejecutivo comunitario cree que de esos 40.000 inmigrantes, 24.000 deberían proceder de Italia y 16.000 de Grecia, y que España debería aceptar 2.573 persona de las que ya están en territorio italiano y 1.715 de Grecia.
La CE además propone conceder 6.000 euros (US$ 6.500) por cada solicitante de asilo a los países de acogida, es decir, reservar un total de 240 millones (US$ 260 millones) del presupuesto comunitario para financiar este programa de emergencia.
Italia y Grecia tendrán a cambio que tomar las huellas dactilares e identificar a las personas llegadas a su territorio, algo que no siempre ocurre en la actualidad, por lo que muchos inmigrantes terminan pidiendo asilo en Alemania y Suecia en lugar de quedarse en el país por el que entraron en la UE.
Otro de los requisitos será que Roma y Atenas presenten en el plazo de un mes una hoja de ruta para mejorar y hacer más eficientes sus respectivos sistemas de asilo.
La Comisión sugiere que sólo estén sujetos a este reparto entre países los demandantes de asilo procedentes de Siria y Eritrea, que son las nacionalidades predominantes.
Para que la propuesta de la CE entre en vigor tendrá que ser aprobada por mayoría cualificada en el Consejo de la UE, mientras que el Parlamento Europeo sólo será consultado, lo que significa que podrá aceptar, rechazar o proponer enmiendas a la medida, pero que los países no tienen por qué tener un cuenta su valoración.