La Comisión Interamericana de Derechos Humanos se refirió hoy a la muerte de los 81 presos en el incendio de la cárcel de San Miguel, e hizo un llamado al Gobierno para que investigue los hechos.
"La CIDH deplora la muerte de internos en un incendio en la cárcel de San Miguel, en Santiago de Chile. La CIDH hace un llamado urgente al Estado para que adopte las medidas necesarias a fin de investigar debidamente estos hechos y evitar su repetición", dijo el organismo autónomo de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Además instó al Estado a informar a los familiares de los internos heridos sobre su condición médica actual, y a proveer información oportuna a los familiares de internos que puedan ser trasladados a otras cárceles.
La Relatoría sobre los Derechos de las Personas Privadas de Libertad de la CIDH realizó una visita de trabajo a Chile en agosto de 2008.
En el comunicado recalcó que "en los centros de detención operados por el Estado se observó un alto nivel de hacinamiento pocas veces visto en la región, condiciones de insalubridad extrema que incluyen servicios precarios o deficientes de agua potable, alimentación, higiene y salud, así como pésimas condiciones de infraestructura y serias deficiencias o ausencia de verdaderos programas de readaptación social".
La CIDH consideró que "el hacinamiento, además de constituir en sí mismo una forma de trato cruel, inhumano y degradante, es un factor de riesgo para la vida e integridad personal de las personas privadas de libertad en un determinado recinto".
Por eso, agregó, "es imperativo que las autoridades nacionales adopten todas aquellas medidas que sean necesarias para que los centros penales no alberguen más reclusos de los que pueden alojar de acuerdo con su capacidad real".