La Comisión Interamericana de Derechos  Humanos (CIDH) pidió este martes a las autoridades estadounidenses suspender la  ejecución, prevista para la medianoche, de un reo a quien concedió medidas  cautelares durante la jornada.

Russell Bucklew debería ser ejecutado en la medianoche del martes en  Misuri, en la primera aplicación de la pena capital después del escándalo con  la muerte de otro condenado en Oklahoma, el mes pasado, luego de que agonizara por 43 minutos debido a problemas con la inyección letal. 

En una nota oficial, la CIDH pidió a Estados Unidos "abstenerse de ejecutar  la pena capital" mientras analiza los argumentos presentados por los abogados  de Bucklew.

Los abogados alegan que "el método de ejecución es incompatible con  estándares internacionales de derechos humanos", y que los estados de Misuri y  Oklahoma "no han proporcionado información sobre los fármacos utilizados" en  las inyecciones letales.

Bucklew, quien sufre de tumores vasculares en el cuello, causó una  espectacular polémica la semana pasada al alegar que el cóctel letal utilizado  en Misuri le provocaría la muerte mediante enormes sufrimientos, en violación  de la normas legales vigentes.

Por ello, Bucklew pidió formalmente que su ejecución sea filmada, para que  la filmación sea utilizada como evidencia de su sufrimiento al momento de la  muerte.

La CIDH también concedió medidas cautelares en favor de otro condenado a  muerte, Charles Warner, quien debería ser ejecutado el 13 de noviembre en  Oklahoma.