En US$ 350 millones estimó la Comisión Nacional de Productividad el costo de implementar salas cunas gratuitas en todas las empresas, independiente de su cantidad de trabajadoras y tamaño. Así lo informó el presidente de la comisión, Joseph Ramos, quien entregó un documento con 14 recomendaciones a la Presidenta Michelle Bachelet, con miras a elevar la tasa de participación laboral femenina, actualmente de 48%.
Las propuestas entregadas por Ramos están orientadas a elevar la participación laboral de las mujeres por medio de tres ejes: la socialización del costo de cuidados de dependientes (recién nacidos, enfermos y adultos mayores), la reducción de los costos de la inclusión de la mujer en el mercado laboral, y la promoción de un cambio cultural que empodere social y económicamente a las mujeres.
Entre los planteamientos, destacó el que propone reemplazar el artículo 203 del Código del Trabajo, el cual establece que "los establecimientos que ocupan 20 o más trabajadoras de cualquier edad o estado civil, deberán tener salas anexas e independientes del local de trabajo, en donde las mujeres puedan dar alimento a sus hijos menores de dos años y dejarlos mientras estén en el trabajo".
La propuesta de la comisión plantea eliminar el requisito de tener 20 mujeres contratadas para contar con este servicio, y recomienda diseñar una nueva norma que "provea salas cunas de calidad, gratuitas para todos los hijos de hogares uniparentales o de parejas en que ambos trabajen o estudien, independiente del tamaño de la empresa o del número de mujeres que trabajen en ella". En esa línea, la comisión también señaló que se debe adecuar la oferta pública de salas cunas y jardines infantiles para que éstos sean compatibles con los horarios de padres trabajadores.
Ramos explicó que "nosotros proponemos que la obligación de salas cunas recaiga en todas las empresas, independiente de si sean grandes, medianas o pequeñas, y que esto sea independiente de las mujeres que contraten. Esto tiene un costo, pero un costo, en nuestra opinión, abordable".
Dicho costo, según detalló el académico, bordearía los US$ 350 millones por año si se implementa con la tasa de participación laboral femenina actual (48%), y ascendería a US$ 500 millones una vez que se alcance la tasa de participación de la Ocde (61%).
Respecto al financiamiento de esta medida, Ramos sostuvo que se podría financiar con la mayor tributación que generaría un alza en la participación laboral de las mujeres. "Si la participación femenina aumentara 2,5%, de 48% a 50%, los ingresos tributarios provenientes de esa mayor tributación serían US$ 500 millones", dijo.
Otras recomendaciones planteadas por la comisión son estimular la inserción de más mujeres en carreras de ciencias y tecnología, modificar las normas del régimen de sociedad conyugal, potenciar el acceso a cargos de liderazgo, entre otras.
En relación al impacto económico de elevar la participación de mujeres, Ramos destacó que alcanzar la tasa de participación de la Ocde significaría la incorporación de unas 900.000 mujeres a la fuerza de trabajo, lo que aumentaría el PIB en 6%.