Una comisión de investigación de la ONU sobre Siria dijo hoy que el Ejército y las fuerzas de seguridad de dicho país han cometido crímenes de lesa humanidad, incluyendo asesinatos, torturas y violaciones y que el régimen de Bashar al Assad era responsable.

La comisión, que entrevistó a 223 víctimas y testigos, incluyendo a desertores, pidió a Siria que ponga fin a "las graves violaciones de derechos humanos", liberara a los prisioneros arrestados en detenciones masivas y permitiera que medios de comunicación, trabajadores humanitarios y observadores de derechos humanos accedieran al país, detalló la agencia Reuters.

Varios testigos declararon a la comisión que "niños, sobre todo varones, fueron asesinados o quedaron heridos por golpizas o disparos durante manifestaciones en varios lugares del país", denuncia la comisión presidida por el brasileño Sergio Pinheiro e integrada por las juristas Yakin Erturk (Turquía) y Karen Koning Abuzayd (EEUU).

Este equipo fue conformado por decisión del Consejo de DDHH de Naciones Unidas, que le encargó investigar el alcance y modalidades de las violaciones a los derechos humanos en Siria y, de ser posible, establecer responsabilidades.

Otro aspecto poco conocido de la política represiva del régimen de Bachar Al Asad es el empleo de la manipulación de los propios miembros de sus fuerzas de seguridad pertenecientes a rangos inferiores.

"Nuestro comando nos dijo que había conspiradores armados y terroristas atacando civiles y quemando edificios públicos (...) No vimos a ninguno de esos grupos. Los manifestantes estaban pidiendo libertades, llevaban ramas de olivo y marchaban con sus hijos. La orden era disparar al aire e inmediatamente contra la muchedumbre, sin que hubiese tiempo entre una acción y otra", según el relato de un desertor y que consigna la agencia Efe.