El Comité de Ministros resolvió por unanimidad este martes revocar la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) del proyecto HidroAysén, otorgada en mayo de 2011 por la Corema de Aysén.

"Este Comité de Ministros ha decidido acoger los recursos de reclamación presentados por la comunidad, por la ciudadanía y dejar sin efecto la Resolución de Calificación Ambiental del proyecto HidroAysén y en este acto administrativo terminal se declara rechazado el proyecto", dijo el ministro de Medio Ambiente, Pablo Badenier tras la sesión.

Respecto a las razones para rechazar la iniciativa Badenier explicó que "las materias que se han abordado y que son parte fundamental en el pronunciamiento del Comité de Ministros tienen que ver básicamente con la inexistencia de un plan de relocalización como medida de compensación para un impacto significativo declarado por el propio titular HidroAysén".

Agregó que tampoco existe una cuantificación adecuada de los impactos ambientales por efectos de cambios en la hidrología de los cursos alterados en términos del ecosistema acuático y también hay una inconsistencia con respecto a la línea base declarada y levantada por el titular en fauna terrestre lo que no permite configurar ni cuantificar impactos ambientales y por ende tampoco establecer medidas de mitigación, reparación y compensación con respecto a estos impactos.

"Para nosotros es importante que los proyectos que efectivamente no consideren todos los impactos que genera y que no presenten medidas de mitigación, reparación y compensación son proyectos que efectivamente deben ser rechazados. Acá el impacto que se cuantifica y que se evalúa en el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental es importante. Acá hay una institucionalidad ambiental que funciona y que va a seguir funcionando y que da garantías a todas las partes reclamantes", aseguró Bardenier.

Badenier por HidroAysén: 'Las decisiones del comité de ministros anterior le hicieron daño a la institucionalidad ambiental'

De este modo si la empresa, controlada por Endesa y Colbún, quiere seguir adelante con la iniciativa deberá apelar ante el Tercer Tribunal Ambiental, con sede en Valdivia, para lo cual tiene un plazo de 30 días después de haber sido notificada de la resolución. Este es el órgano encargado de resolver las controversias medioambientales que se producen en las regiones del Biobío, La Araucanía, Los Ríos, Los Lagos, Aysén y Magallanes.

Las reacciones políticas tras el rechazo de HidroAysén

Al interior de la HidroAysén habían señalado previamente que de darse este escenario apelarían ante el Tribuntal Ambiental.

En la sesión del comité, que es encabezado por Badenier, participaron los ministros de Agricultura, Carlos Furche; de Salud, Helia Molina; de Economía, Luis Felipe Céspedes; de Minería, Aurora Williams, y de Energía, Máximo Pacheco.

La instancia resolvió sobre las 35 reclamaciones -34 por parte de comunidades y opositores a la iniciativa y una por la empresa- presentadas a la RCA del proyecto.

La decisión de hoy se da luego que mediados de marzo el comité acordara invalidar la actuación de su antecesor en la administración Piñera, que resolvió las reclamaciones de manera parcial y solicitó dos nuevos estudios: el primero, relacionado al vaciamiento de los lagos glaciares ubicados en la zona y su impacto en el crecimiento del caudal de los ríos Pascua y Baker, y otro sobre impacto en la salud de la población, por la llegada de 5.000 trabajadores a la zona en el peak de la construcción de las centrales.

La definición del comité de la administración Piñera, que fue presidido por la ex ministra María Ignacia Benítez, fue cuestionada por las nuevas autoridades, las que consideraron que éste contenía vicios de ilegalidad, luego de que se tomara más de dos años en resolver parcialmente las reclamaciones, cuestión que no estaría contemplada en la ley.

Con casi una década en planificación, HidroAysén contempla la construcción de cinco centrales en los ríos Baker y Pascua, en la XI Región, para tener 2.750 megawatts (MW) de potencia instalada. La construcción de las plantas costaría unos US$5.000 millones, a lo que se agrega el valor de la línea de transmisión, calculada en US$4.000 millones.