La preparación de Río de Janeiro para los Juegos de 2016 ya preocupa al Comité Olímpico Internacional (COI), que advirtió a las autoridades brasileñas que "queda mucho por hacer" en los tres años y medio que faltan para la cita.
"Río tiene mucho trabajo por delante, y hay que avanzar", afirmó el puertorriqueño Richard Carrión, uno de los integrantes de la comisión evaluadora del COI que terminará una visita de inspección a la ciudad anfitriona de los próximos Juegos.
"Hay mucho trabajo que hacer. Hay algunas urgencias", coincidió el director general de la Asociación de las Federaciones Internacionales de los Juegos Olímpicos de Verano (ASOIF), el británico Andrew Ryan, quien acompaña la comisión del COI en la gira carioca.
Desde el término de Londres 2012, las inspecciones de la comisión comandada por la marroquí Nawal El Moutawakel pasaron a ser semestrales.
"Esto no es muy usual, pero queremos verificar los progresos que hacen. Este es un momento clave. Nuestra única preocupación es que el tiempo se está volviendo corto", dijo asimismo el italiano Francesco Ricci Bitti, uno de los integrantes del grupo del COI y a su vez presidente de la Federación Internacional de Tenis (ITF).
Según Ricci Bitti, la principal preocupación es la demora de Río en cumplir el compromiso de duplicar su capacidad hotelera para tener disponibles 52.700 camas para recibir a los casi 400.000 visitantes esperados en Río durante los Juegos.
"Los Juegos Olímpicos son gigantescos, es necesario hacer mucho", argumentó Ricci Bitti, quien consideró que el alojamiento en hoteles "sigue siendo un problema en el que habrá que trabajar mucho".
Con el italiano coincidió Carrión: "El tema del alojamiento es preocupante. Hemos dedicado mucho tiempo a este asunto".
Un estudio divulgado el año pasado por el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) reveló que Río tenía entonces 31.000 habitaciones, de las cuales un 58,3 estaba en hoteles, y el resto en hoteles por hora, hoteles residencia y hostales.
El alcalde de Río, Eduardo Paes, aseguró sin embargo que hay fuertes inversiones en curso en la construcción de nuevos hoteles, en especial en el barrio Barra da Tijuca, que será el "corazón" de la cita olímpica.
Asimismo, el presidente de la Asociación Brasileña de la Industria de Hoteles (ABIH), Alfredo Lopes, asegura que 10.000 nuevas habitaciones serán inauguradas en la ciudad hasta 2016.
Para Lopes, el principal problema es modernizar las instalaciones ya existentes, ya que sólo el uno por ciento de los hoteles actuales está preparado para atender a personas con necesidades especiales, lo que podría convertirse en un problema grave durante los Juegos Paralímpicos de Río.
"Esta es una deficiencia de Río. Nuestra meta es lograr que todos los hoteles de Río estén en condiciones de recibir a este tipo de huésped, aun cuando sea mediante el uso de instalaciones provisionales", expresó el ejecutivo.
Según Ricci Bitti, la escasez de lugares para alojar a todos los visitantes no es el único problema que preocupa a la comisión: "En algunos aspectos, Río está adelantado. Los estadios principales, el Joao Havelange y el Maracaná, están virtualmente listos. Pero en otros deportes Río está atrás de Londres en esta misma época".
"También preocupa el tema de la infraestructura, aunque en este campo podemos realizar ajustes de último momento. El problema principal, sin embargo, es la capacidad hotelera, aun cuando sean utilizados buques de crucero para hospedaje. Estos barcos pueden alojar a un 20 por ciento de las personas, no más. Los Juegos Olímpicos son gigantescos, es necesario hacer mucho", enfatizó.
Un integrante del comité organizador de Río 2016 confirmó "presiones" de la comisión de evaluación para acelerar la preparación.
"Creo que ellos están contentos, aunque a cada momento advierten que 'el tiempo está pasando'. Creo que es su papel presionar, y de todas formas es mejor que lo hagan, para que no haya problemas", afirmó a dpa el funcionario, bajo condición de anonimato.