Los milicianos de Estado Islámico, que en el pasado dependían de adinerados donantes del golfo Pérsico para conseguir dinero, se han convertido en un gigante financiero autoabastecido, ganando más de 3 millones de dólares al día del contrabando de petróleo, tráfico de personas, robo y extorsión, según agentes de inteligencia estadounidenses y expertos privados.
Los recursos del grupo extremista superan a los de "cualquier otro grupo terrorista en la historia", dijo un agente de inteligencia de Estados Unidos que, al igual que otras personas entrevistadas, habló bajo condición de anonimato para comentar evaluaciones clasificadas. Estas riquezas son uno de los motivos por los que las autoridades estadounidenses están tan preocupadas por el grupo, aunque admiten que no tienen pruebas de que esté preparando ataques contra Estados Unidos.
El grupo Estado Islámico ha tomado amplias extensiones de Siria e Irak y controla hasta 11 campos petrolíferos en ambos países, según los analistas. La organización vende petróleo y otros bienes a través de redes de contrabando utilizadas durante generaciones bajo las narices de algunos de los mismos gobiernos a los que combate: Jordania, Turquía, y la zona norte de Irak controlada por curdos.
Aunque la inteligencia de Washington no cree que esos gobiernos estén siendo cómplices del contrabando, la Administración Obama está presionando para que hagan más ponerle fin. El petróleo de contrabando suele transportarse en camiones cisternas, señalan los analistas.
Ese crudo se vende a precios con descuento, entre 25 y 60 dólares por un barril que normalmente costaría más de 100 dólares, pero sus beneficios totales por la venta de petróleo superan los 3 millones de dólares al día, estimó Luay al-Jatib, investigador visitante en el centro de la Brookings Institution en Doha, Qatar.
Además, el grupo ha ganado cientos de millones de dólares sacando de forma clandestina antigüedades de Irak para su venta en Turquía, señaló al-Jatib, y millones más con el tráfico de personas, vendiendo mujeres y niños como esclavos sexuales.
Otras fuentes de ingresos son los pagos de extorsión, rescates por rehenes secuestrados, y robo directo de toda clase de bienes en las localidades tomadas por Estado Islámico, señalan los analistas.
"Están bien organizados, son sistemáticos e imponen normas a través de intimidación y violencia", señaló otro agente de inteligencia estadounidense.
Por ejemplo, antes incluso de tomar Mosul en junio, el grupo empezó a reclamar "impuestos" por casi cualquier actividad económica, amenazando de muerte a los que no quisieran pagar, según agentes de inteligencia. Un analista del Consejo de Relaciones Exteriores estimó que sólo en Mosul, el grupo obtiene 8 millones de dólares al mes con extorsión.
Estado Islámico, señaló un tercer agente de inteligencia estadounidense, "ha logrado convertir con éxito el control territorial en el norte de Siria y porciones de Irak en una forma de generar ingresos".