La crisis europea ha afectado a los grandes mercados y a las relaciones entre los líderes de países que forman parte de la zona euro, pero también ha provocado diversos cambios en la vida cotidiana de los habitantes de estas naciones, la mayoría acostumbrados a vivir bajo un Estado de bienestar o con ingresos superiores a los 23 mil euros al año.
BASURA Y ALIMENTO
Entre los recortes propuestos por las autoridades, está la medida de la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, de "ahorrar en servicios" y reducir el paso de camiones de basura a una vez cada dos días, tal como señala El Mundo. Aunque varios sectores ciudadanos se opusieron, el medio añade que desde que comenzó la crísis, en Londres la basura se recoge una vez a la semana, mientras que durante los inviernos, en Berlín pasan dos semanas sin que se recoja.
En Inglaterra, la situación está afectando especialmente a los más pequeños. Según un artículo del diario The Guardian, hay profesores en escuelas de Londres que se han visto obligados a alimentar a sus alumnos, en cuanto la pobreza en sus hogares no permite que alimentarlos antes de clases. Esto se expande a todo Reino Unido, donde un 49% de los profesores dicen que tienen que llevar comida para sus estudiantes que no han desayunado.
GRECIA, DELINCUENCIA E INDIGENTES
En Grecia, el país más afectado por la situación económica, la crisis ha disparado la delincuencia, factor que ha sido aprovechado por el partido Nazi, donde se presentan como defensores de las personas más débiles. Patrullan los barrios con el beneplácito de los mismos vecinos.
Segúnel diario español El País, "se presentan como los únicos que pueden proteger al ciudadano de pie frente el torbellino de la violencia y miseria".
Además, el país balcánico se ve enfrentado al aumento del la indigencia. Según Newsweek, desde 2009 la población sin hogar en el país ha aumentado en un 25%, y más de la mitad de los afectados vive en Atenas. El gobierno se refiere a ellos como los "nuevos indigentes", en cuanto no se encuentran en situación de calle a causa de sus malos hábitos, sino porque la crisis los dejó sin trabajo y sustento.
OCIO Y LUJO
Una de las primeras restricciones de los europeos con la crisis la experimenta la industria del ocio. Según un artículo de Bloomberg, el consumo de cerveza en locales nocturnos de Reino Unido ha disminuido en un 3,5% desde que comenzó al crisis. Esto implica que en 2011 se han vendido 956 mil barriles menos de la bebida que el año pasado. En tanto, los supermercados están vendiendo un 3,7% de cervezas menos que en 2010.
Grecia también ha visto afectado el consumo de alcohol. Según Bloomberg, ha reducido la ingesta de ouzo -su bebida tradicional, proveniente de Lesbos- en un tercio, debido a que el gobierno ha aumentado los impuestos como medida.
Asimismo, el consumo en restaurantes exclusivos ha disminuido, y muchos han sido tentados por la comida rápida. Esto se debe, en parte, a la inversión de más de mil millones de dólares por parte de McDonald's en 2009, que según Time podría generar miles de nuevos empleos, además de entregar opciones más baratas para alimentarse.
Por otro lado, la compra de autos nuevos ha bajado, y países como Alemania y Francia comenzaron a tomar medidas al respecto. Un informe de la Cepal detalló que ya en 2008, estos países anunciaron ayuda de 20 mil millones de euros para un período de cuatro años, con el objetivo de subsidiar la venta y apoyar la producción automovilística.
INMIGRACIÓN
Uno de estos problemas es el de la inmigración, que según Economy Watch se ha visto afectada por "tensiones raciales y étnicas, combinadas con la austeridad y una sensación de traición contra la elite".
Específicamente, una columna de El diario exterior destaca que mientras los daneses intensifican los controles aduaneros, en Francia e Italia se han llevado a cabo protestas para que sus gobiernos hagan lo mismo. Por su parte "España promovió regulaizaciones masivas de inmigrantes sin avisar a sus socios comunitarios".
Esto ha afectado en gran medida a los jóvenes, en especial a los recién graduados. Como se explica en un artículo de la fundación Carnegie Endowment, muchas personas están enfrentándose a dificultades al momento de encontrar trabajo una vez graduados de la universidad. El problema es que como la crisis afecta a gran parte del continente, ven aún más complejo migrar a otros países para radicarse y encontrar trabajo en ellos.