Al menos tres candados son los que hay que abrir y cerrar para poder entrar en el recinto donde viven los tigres en el Zoológico Metropolitano, así lo indica el protocolo para realizar el aseo y alimentar a estos animales. Según el director del establecimiento, Mauricio Fabry, una falla en este procedimiento, sería una de las principales hipótesis que se investigan para explicar el ataque que sufrió el cuidador José Silva por parte del tigre blanco Pampa, al que se tuvo que disparar tras el accidente.
"Básicamente existe una serie de puertas y exclusas que hacen que el cuidador no esté en contacto con los felinos. Por ejemplo uno puede abrir el dormitorio nocturno desde acá afuera sin tener que entrar al recinto, o desde el pasillo de servicio que cuenta con puertas para el público y dos puertas para el cuidador, y bueno, en ningún momento deben estar en contacto, por eso es motivo de la investigación", dijo a La Tercera el director del zoológico.
Mauricio Fabry además explicó que para alimentar a los tigres "existen dos funcionarios que trabajan juntos, son los que hacen la alimentación y limpieza de los recintos, con los animales que son de clave roja, o animales peligrosos son dos o tres cuidadores", estos cuidadores además tienen constantes capacitaciones y preparación para enfrentar de mejor manera el trabajo con los animales.
"Los cuidadores reciben formación y capacitación todos los años, en el caso de José por ejemplo, José recibió varias capacitaciones tanto en Chile como el extranjero, y él no solamente se ha capacitado, también ha capacitado a otros cuidadores por la vasta experiencia que tiene y todos los años nos estamos entrenando en programas de contingencia como este", agregó Fabry.
Finalmente, el director puntualizó que se revisarán los procedimientos para establecer dónde estuvo la falla que terminó con un trabajador gravemente herido y un tigre blanco muerto.