Fue creada en 1952 por el Presidente norteamericano Harry Truman, el mismo gobernante que ordenó el nacimiento de la CIA. Sin embargo, la existencia de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), actualmente en el centro de la controversia por sus programas de espionaje mundiales, que han incluido a mandatarios de países amigos y aliados de EE.UU., se ocultó durante casi dos décadas. Y fiel a ese estilo, mantiene un férreo secretismo que sólo han logrado resquebrajar las revelaciones del ex contratista Edward Snowden.
Es una de las mayores agencias de espionaje del mundo y su trabajo está centrado en la obtención y análisis de información transmitida por cualquier medio de comunicación, así como de garantizar la seguridad de las comunicaciones del gobierno, impidiendo que sean intervenidas por el espionaje de otros países. Esto quiere decir que, aunque se mueve en el ambiente de la inteligencia, en teoría no cuenta con agentes como los de la CIA con "licencia para matar".
Los poderes de la NSA, dependiente del Departamento de Defensa y con un número desconocido de empleados (aunque se estiman en 37.000 entre civiles y militares, muy por sobre los 20.000 de la CIA), aumentaron tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 para controlar las comunicaciones dentro y fuera de EE.UU. y filtrar millones de datos que permitan desmontar un eventual complot terrorista. Unas atribuciones que no se vieron restringidas, como se ha visto, tras la llegada de Barack Obama a la Casa Blanca en 2009.
Considerada la más opaca agencia federal de su país, la mayoría de sus reglas son secretas y son sólo conocidas por un selecto grupo de asesores del presidente, además de legisladores y jueces. También se desconoce su presupuesto. Es tanto el secretismo que se ha bromeado con sus siglas, al asegurar que significa "No Such Agency" ("No hay tal agencia"). Sin embargo, se sabe que ha creado el mayor complejo de análisis de datos digitales conocido. Así, en estos días debería entrar en operación un complejo en Bluffdale, Utah, que, según una investigación de la cadena Fox, permitirá procesar y almacenar una cantidad de datos cinco veces superior a todo el tráfico anual de internet a nivel mundial.
A mediados de año, el director de la NSA, Keith Alexander, asistió a la más importante reunión de hackers y tildó de "absurdos" los comentarios que sostienen que su dependencia tendría archivos de 260 millones de ciudadanos estadounidenses, ya que sus labores se restringen a la "inteligencia en el exterior". Pero William Binney, ex director técnico de la NSA, descalificó esas declaraciones y sostuvo que la agencia es capaz, y lo hace, de reunir datos de redes sociales, de correos electrónicos y registros de llamadas telefónicas tanto fuera como dentro de Estados Unidos. Todo ello, sin ningún tipo de control judicial. "Dejé la NSA porque comenzaron a espiar a todo el mundo dentro del país", aseguró en una entrevista con la revista Wired.
A lo largo de su historia, pocas veces ha aparecido en la prensa la NSA. Tangencialmente fue señalada en 1968, cuando Norcorea detuvo al barco Pueblo de la Marina de EE.UU., desde el que la NSA trataba de captar transmisiones norcoreanas. El barco y su tripulación permanecieron un año detenidos por el régimen comunista de aquel país. A fines de la década de 1990 se supo de la existencia de la red Echelon, dirigida por la NSA y la comunidad Ukusa (EE.UU. Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelandia), considerada la mayor red de espionaje y análisis para interceptar comunicaciones electrónicas de la historia. Sus actuaciones provocaron el enojo de sus aliados europeos, que ordenaron una comisión investigadora en 2000. Y en junio pasado, Snowden hizo públicos documentos sobre varios programas de la NSA, incluyendo el de vigilancia Prism.