Un programa informático podría ayudar a ciudadanos de países con políticas digitales restrictivas a hacer un uso más libre de la web.
El software, que se llama "Telex" y ha sido desarrollado por científicos estadounidenses, esconde la información de sitios prohibidos en paquetes de información de sitios que el estado considera inocuos.
El programa utiliza técnicas de cifrado conocidas para esconder los datos.
Por ahora es tan sólo un prototipo, pero durante una serie de pruebas logró engañar a los filtros del estado chino.
UN DISFRAZ
La idea detrás de Telex es evitar un problema que suelen encontrar otras tecnologías anticensura, dijo Alex Halderman, del equipo que viene trabajando en el programa desde principios de 2010.
Muchos sistemas de este tipo se conectan a un servidor o una red fuera del país en que vive el usuario.
Para ello es necesario difundir detalles acerca de estos servidores o redes lo suficiente como para que los ciudadanos se enteren, pero evitando que llegue a oidos de los censores, quienes podrían bloquearlos.
Esto lo vuelve muy complicado, dijo Halderman.
"En vez de tener un servidor fuera de la red del usuario lo hacemos en el corazón mismo de la red", explicó.
Telex aprovecha el hecho de que pocas naciones censuran totalmente el acceso a internet, y que muchas dejan que sus ciudadanos visiten algunos sitios que consideran "seguros".
Cuando un usuario intenta visitar un sitio prohibido, el programa -primero- dirige al navegador a uno de esos sitios seguros. Al conectarse, Telex, instalado en la PC del usuario, coloca una marca en el flujo de datos que se envía a ese destino seguro.
Los routers (servidores que organizan el tráfico de internet) que se encuentran fuera del país reconocen esa marca y dirigen la solicitud de conexión del usuario al sitio prohibido.
La información de esos sitios se envía al usuario disfrazada de contenido de sitios seguros.
HASTA CHINA
El flujo de datos se altera en forma sutil, utilizando una técnica de cifrado llamada criptografía asimétrica o de clave pública.
Esto permite a cualquier que posea una clave pública cifrar el contenido, pero solo deja descifrarla a quien posee una clave específica (clave privada).
Esta técnica evita que Telex sea interferido, dijo Halderman.
"Uno no puede ver la marca (que llevan los datos) a menos que tenga una clave privada", dijo.
Los routers capaces de detectar tráfico de Telex conocen la clave, así que pueden descifrar el contenido y detectar a qué sitio realmente se quiere conectar un usuario.
Si Telex comienza a distribuirse, le pedirán a los proveedores de servicio de internet que incorporen en los routers de sus redes software capaz de detectar esas marcas.
Aunque Telex todavía no "está listo" para que lo reciban los usuarios, Halderman dijo que el equipo de desarrollo lo ha estado utilizando por meses mientras navegan por la web.
Contó que han probado el software contra sofisticados sistemas de filtro.
"También hicimos ensayos desde China, rebotando (el tráfico de datos) con computadoras de allí", dijo. "Hasta ahora no hemos tenido problemas con su censura".
Telex le permitió al equipo acceder a contenido prohibido, como videos de alta definición en YouTube y sitios que el gobierno chino considera "subversivos".
Uno de los impedimentos ha sido distribuir el software entre los usuarios sin que los censores lo infectaran con virus o programas espías, dijo Halderman.
Y hay otros problemas que resolver.
"Lo más difícil es asegurarse de que las conexiones que el usuario hace con el sitio seguro sean lo suficientemente convincentes", explicó.
"Pero ese es un parámetro que tendremos que ajustar a medida que la censura se vuelva más sofisticada".
El equipo de programadores espera lanzar Telex en el marco e la próxima conferencia clic Usenix, en la que se llevará a cabo un taller para quienes se dedican al desarrollo de tecnología anticensura.