Cómo evitar efectos sicológicos de la pubertad precoz en las niñas
<p>Expertos recomiendan ayudarlas a adaptarse y aceptar su cuerpo antes de llegar al sicólogo.</p>
El espejo tiene dos caras para algunas preadolescentes. En el interior, se ve una niña con ganas de jugar. En el exterior, la misma niña observa cambios en su cuerpo y, a veces, no se identifica con ellos. Estos cambios, más bien, la desconciertan. Es lo que ocurre con el adelantamiento de la menarquia o primera regla.
Los estudios en Chile dan cuenta de la llegada cada vez más precoz de la adolescencia en las niñas. Hace un año, la endocrinóloga infantil Ethel Codner lideró un estudio que evaluó a 1.302 niñas escolares de colegios públicos y privados. ¿La conclusión? La menarquia ocurre alrededor de los 12,7 años, pero existen factores, como la obesidad y el sobrepeso, que "colaboran" para que se adelante meses o, incluso, años. Otro estudio de las universidades de Arizona y Wisconsin asoció la pubertad precoz con los problemas familiares en el hogar y el estrés.
Esto ha traído consecuencias. El seguimiento del apoyo sicológico se está haciendo más en esta época, porque ha aumentado la pubertad precoz y la gente está consciente de que existen consecuencias psicológicas cuando el desarrollo mental no va de la mano con la crecimiento físico, explica Gabriela García, Centro Médico Endocrino de Clínica Santa María.
La raíz de trabas psicológicas para las niñas tiene que ver con la relación con los pares: al compararse con ellas, verse distintas y no tener punto de comparación. García comenta que el factor sicológico entra al ruedo cuando se sienten diferentes y hay que darles herramientas para adaptarse y aceptar su cuerpo a una edad que no se habla de este tema. "Si ocurre a los nueve años, por ejemplo, no hay mucha conciencia de lo que es el desarrollo sexual", dice. Ese nivel de conciencia lo adquieren recién tras la visita al endocrinólogo. Ahí derriban todos los mitos. Entienden, por ejemplo, que esa condición distinta no es para toda la vida; es sólo iniciar antes un proceso que luego se va a equilibrar con todo el resto.
Un indicador de que hay algo que tratar con un especialista es cuando empiezan a tapar su cuerpo. Una cosa es la vergüenza de tener un cuerpo más desarrollado y otra es darle una connotación negativa. "Que la sexualidad quede como algo que se tapa, sí puede traer consecuencias después", advierte García. Si eso empieza a pasar, hay que repararlo a tiempo. ¿Cómo? Conversando. "Los papás tienen que hablar del tema: qué significa la menarquia, la aparición del botón mamario y también de sexualidad. Si lo hacen antes del adelantamiento de la pubertad, mejor: más preparadas van a estar sus hijas".
SACAR EL HABLA
La advertencia de Gabriela García tiene un punto en los padres, Son ellos, muchas veces, los más complicados con cuando se adelanta la pubertad en sus hijas, porque muchas veces lo asocian, erróneamente, con un inicio sexual prematuro, temor que no tiene asidero.
"Las ven como la niñita que están perdiendo, que es percibida como mujer por los hombres," explica Hernán García, endocrinólogo de la Pontificia Universidad Católica de Chile. García está desarrollando un estudio nacional con cerca de tres mil escolares que concluye que la edad promedio de la menarquia es incluso menor al que llegó Codner.
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