El fiscal argentino Alberto Nisman trabajaba hasta el sábado con la presentación ante el Congreso, en donde tenía que mostrar las pruebas para acusar a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, y otros políticos kirchneristas, de tramar un plan para encubrir a los iraníes sospechosos del atentado contra la mutual israelí AMIA en 1994.
La presentación ante el Parlamento nunca ocurrió, ya que el fiscal fue encontrado muerto con un tiro en la cabeza en su departamento en Puerto Madero, en el que vivia solo, ya que estaba separado hace más de tres años. En una fotografía revelada por el vicepresidente de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), Waldo Wolff, se ve el escritorio de Nisman, lleno de hojas, carpetas y 'destacadores' de color amarillo, para preparar su exposición ante los parlamentarios. La imagen fue enviada por el propio fiscal el día sábado en la tarde vía Whatsapp, según la versión de Wolff a la Agencia Judía de Noticias (AJN).
"Le escribí para consultarle sobre quién debía levantar el secreto de sumario sobre los miembros de los servicios de inteligencia. Él me respondió que el que lo tenía que hacer era el secretario de inteligencia, Oscar Parilli, y me envió una foto del escritorio en el que estaba trabajando", declaró el vicepresidente de DAIA a la AJN.
"Ansioso, acelerado, preocupado, pero seguro de sus hallazgos, expansivo en sus gestos, atropellado al hablar e hiperactivo"
, es como define Hernán Cappiello a Nisman en una
sobre las últimas horas de vida del fiscal.
El día que presentó la acusación contra Cristina K, el canciller Héctor Timerman y otros políticos "se lo notaba hiperkinético, verborrágico, con párrafos extensos llenos de subordinadas. Estaba preocupado porque quedara claro que no se trataba de un ataque político sino basado en pruebas", dice la nota de La Nación.
La publicación detalla que ese mismo día el fiscal "accedió a unas fotos para La Nación de traje y corbata en la vereda del edificio Le Parc de Puerto Madero donde lo cuidaban 10 custodios de la Policía Federal en turnos de 24 horas", quienes hoy deberán declarar ante la fiscalía por la muerte de Nisman.
El resto de la semana trabajó en su presentación ante el Congreso y dio entrevistas a diversos medios de prensa, tanto nacionales como internacionales.
"Acá estoy trabajando. ¿Qué te parece esto?", diría Nisman por mensaje de texto al funcionario de DAIA el sábado por la tarde, un día antes de su muerte.
Wolff comentó a la AJN que ya el domingo intercambió "dos líneas con él y ambas quedaron sin responder". Tal como explica el vicepresidente de DAIA, en su calidad de "querellantes teníamos un contacto fluido con la fiscalía para hacer consultas técnicas y él respondía los mensajes fluidamente".