Son heroicos o coyunturales, pero sumando sus respectivos catálogos son los mayores responsables de que la música chilena esté en tiendas. Las disqueras Sello Azul y Oveja Negra, de la Sociedad Chilena del Derecho de Autor (SCD), además de Feria Music, la etiqueta asociada a la mayor cadena de disquerías del país (Feriamix, con más de un 80 por ciento de presencia en el mercado), agrupan en conjunto el mayor porcentaje de los discos de grupos y solistas nacionales. Sólo en 2009 se editaron 100 títulos de artistas locales, y prácticamente un 90 por ciento de ellos llegaron a estanterías con el logo impreso de estas discográficas.

Lo de Sello Azul viene de 2001, con un catálogo especializado en números emergentes y con la particularidad de ofrecer inéditas regalías a los grupos y solistas seleccionados a partir de un concurso que se realiza anualmente.

Carlos Salazar, gerente de producción de la etiqueta que ha publicado a Sinergia, Juana Fe, Camila Moreno y Telerradio Donoso (entre los 66 álbumes que ha puesto en el mercado), explica que esta discográfica se enfoca "100 por ciento" en artistas nuevos y que financia la fabricación, diseño, fotografía, videos y lanzamientos de los títulos escogidos. Otro dato relevante es que, además de lo anterior, Sello Azul paga un 50 % de las regalías para los músicos, un monto inédito en la industria discográfica chilena.

Salazar también comanda los destinos de Oveja Negra, sello que nace en 2006 con la intención de vender los discos de números consagrados como Andrea Tessa (que tiene el disco con mayor venta histórica de esta disquera: Tribute, de 2007, con seis mil copias facturadas), Valentín Trujillo, Quique Neira y Joe Vasconcellos, entre otros. Bajo esa premisa ha editado 130 títulos a la fecha, pero con condiciones distintas a las de Sello Azul: "Distribuimos, comercializamos y colaboramos en promoción. El porcentaje de regalías es de 75% para el artista, ya que son ellos los que costean los gastos de grabación", dice.

Durante 2009, tanto Sello Azul como Oveja Negra sacaron 57 álbumes a la calle y el desglose de esa producción indica que 11 fueron de la primera disquera y 31 de la segunda y que el resto corresponde a las alianzas que ambas etiquetas tienen con sellos de perfil independiente o de menor presencia en el mercado, como Tué Tué Discos, Quemasucabeza, Algo Records, La Clave y la Universidad de Concepción.

La gestión es palpable con la presencia de los discos en tiendas, pero no siempre se trata de producciones rentables. De ahí que la regalía del 50% o 75% sea más un dato simbólico que una eficaz herramienta de ingreso para los músicos. "Mientras no se difunda por ley la música local, esto es lo más cercano a un apoyo formal", opina Salazar.

Feria Music, en tanto, parte en 2005 y ya anota 120 títulos en un catálogo que, actualmente, integran, Los Tres, Illapu, Francisca Valenzuela, Américo, La Noche y Natalino, entre otros. Sus cálculos hablan de más de 700 mil copias vendidas en  ese período y se apoyan en un dato duro: durante los últimos dos años han tenido los títulos más rentables del mercado chileno: En tu cuarto, de La Noche (50 mil copias en 2008) y A morir, de Américo (40 copias en 2009).

En su caso, las regalías bordea el ocho por ciento y manejan varias fórmulas de contrato con sus músicos, como asociarse con etiquetas extranjeras. De la mano de Nacional Records, por ejemplo, fue que publicaron a Los Bunkers en  México, pero un ofrecimiento de la filial azteca de Universal terminó cortando las relaciones con el grupo en medio de acusaciones cruzadas. Los músicos hablaron de "nula promoción" y esa crítica se oye en voces de otros músicos de la compañía. Pero en Feria Music argumentan que la accesibilidad de sus trabajos en Feria Mix compensa el tema.