Entre las premiaciones hollywoodenses para la TV, los Globos de Oro llevan la vanguardia, arreglándoselas para apostar, con éxito a los mejores nuevos nombres y series. Y las nominaciones de este año confirmaron y profundizaron esa reputación, dando aún más espacio a la sangre nueva.
Series en su primer año y con elencos menos conocidos, como Glee (los jueves a las 22 horas por Fox, 57 de VTR y 502 de Movistar) o Modern family (desde el 15 de enero por Cityfamily) lograron colarse en la categoría de mejor serie de comedia. Y actrices como los de January Jones (Mad men) y Anna Paquin, aunque repiten postulación, le dan un necesario aire a la categoría de mejor actriz dramática, que hace tiempo se alimentaba de nombres como Mariska Hargitay y Patricia Arquette, que este año quedaron fuera. Mientras que por los hombres, Thomas Jane, de la comedia Hung (HBO); Matthew Morrison, de Glee y Simon Baker, de The Mentalist, renuevan el panorama.
Las razones tras esta renovación son varias. A la apertura natural de la asociación de prensa extranjera acreditada en Hollywood, que entrega los galardones, se agrega que esta ha sido una de las mejores temporadas televisivas en muchos años, tanto en términos de audiencia como de crítica. Tanto Modern family como Glee son dos favoritos de la prensa especializada y han acumulado halagos desde su estreno. Lo mismo sucede con The good wife (aquí por Universal), otra serie nueva con una nominación, a mejor actriz, que fue el drama debutante mejor recibido de 2009.
Otro factor que abrió la puerta a las nuevas series fue que esta temporada marcó el regreso de nombres establecidos con flamantes proyectos. Así, por ejemplo Edie Falco, que consolidó su carrera en Los Soprano, volvió, pero en la categoría de comedia gracias a Nurse Jackie. O Courteney Cox Arquette, que luego de Friends figura por la sitcom Cougar town. Es verdad, son rostros conocidos, pero los proyectos representan lo que está pasando en este momento en la pantalla, y se alejan de los títulos o nombres de siempre, que se ven una y otra vez, como Sally Field (Brothers and sisters) o Mary Louise Parker (Weeds).
La única categoría que no dio cuenta de la renovación fue la de mejor serie dramática, que apostó por producciones probadas como Mad men (HBO), Dr. House, Big love (HBO), Dexter (Fox) y True blood (HBO) que, a pesar de ser la más nueva de la camada, ya postuló el año pasado a la estatuilla.