La sequía es uno de los temas que se ha tomado la agenda en los últimos años. Entre los actores que miran con preocupación cómo la escasez de agua avanza por las distintas regiones del país, están las empresas sanitarias, que tienen como eje de funcionamiento al recurso hídrico.
En el caso de aquellas que aún no se han visto afectadas por la falta de este elemento vital, las fichas están puestas en su manejo eficiente, de modo que puedan almacenarlo y distribuirlo.
Aguas Andinas, Esval y Essbio son las tres principales empresas sanitarias del país, y en conjunto totalizan 4.884.035 clientes, lo que implica una cobertura de 74%. Por ello, sus planes de inversión son clave para el manejo del recurso hídrico.
Aguas Andinas, (que junto a sus filiales Aguas Cordillera, Aguas Manquehue y Essal ofrece servicios al 43% de los clientes de empresas sanitarias del país) este año invertirá US$ 200 millones en obras, dentro de los cuales hay dineros destinados a enfrentar la escasez hídrica.
"Hemos invertido en una primera etapa US$ 34 millones para evitar racionamientos en este nuevo contexto de sequía", dijo Felipe Larraín, presidente de Aguas Andinas. Agregó que entre las obras destinadas a este propósito están el aumento de "la extracción para tener operativos 150 pozos. Hay nuevos estanques de regulación de agua potable que han permitido aumentar las reservas de agua potable en 25% en los últimos tres años; reforzamos la cuenca del Mapocho, permitiendo conectarla con la cuenca del Río Maipo, que es más segura; monitoreamos las napas y realizamos una campaña de uso responsable".
Además, se consideran dineros para otras obras, como el tratamiento y producción de agua, punto acordado con anticipación con la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SiSS). También trabajan en la construcción de un estanque de agua cruda que permita a la firma aumentar sus reservas a más de 30 horas y contar con autonomía en caso de episodios de turbiedad del Río Maipo.
Aumento de capacidad
Esval también tiene los ojos puestos en los posibles efectos de la sequía. Junto a su filial, Aguas del Valle, dan servicio a cerca del 16% de la totalidad de clientes de sanitarias en dos de las regiones con mayores problemas de escasez: Coquimbo y Valparaíso.
Jose Luis Murillo, gerente general de Esval, comenta que en 2014 destinaron cerca de $ 10.000 millones (unos US$ 16 millones) solo a obras que permitieran enfrentar la escasez hídrica. Para 2015 pretenden invertir US$ 110 millones en obras en general, de las cuales destinaran parte importante para combatir la sequía.
"Nuestros esfuerzos siguen concentrados en enfrentar este complejo escenario, con una inversión y gasto de cerca de $ 20.000 millones (US$ 32,5 millones) para el corto plazo tanto en la Región de Valparaíso como en la de Coquimbo", dijo Murillo.
En la V Región pretenden aumentar la capacidad y disponibilidad de agua del embalse Los Aromos de 35 millones a 60 millones de metros cúbicos. En Coquimbo, la empresa trabaja en desarrollar una vía de conducción entre Choapa e Illapel, con cerca de 16,5 kilómetros de extensión, cuya finalidad es robustecer el sistema de distribución de agua potable en la región.
"Estamos ante una situación de sequía estructural. Por eso entendemos que tenemos que avanzar en un mejor uso del recurso hídrico", dijo Murillo. Agregó que la empresa se encuentra avanzando en los estudios de desalación de agua de mar, solicitando permisos ambientales y contactándose con firmas internacionales expertas en el tema.
Manejo del recurso
Finalmente para Essbio, que ofrece servicio sanitario en las regiones de O´Higgins y el Biobío y que alcanza al 15% de los clientes totales de las sanitarias, el principal problema que enfrentan no es la escasez del recurso, sino que su manejo.
"Lo crítico es más bien lo que podemos hacer con el agua, no tanto de dónde obtenerla" afirmó Eduardo Abuauad, gerente general de Essbio.
Frente a esto, la compañía anunció para este año inversiones por cerca de US$ 72 millones, monto 5,7% mayor frente al de 2014.
Con eso, la empresa robustecerá su capacidad, para lo cual tiene prevista la construcción de 42 estanques de agua potable, además de destinar un tercio de su presupuesto a mejorar el concepto de calidad del servicio, que implica los reemplazos de redes de agua potable, aguas servidas, plan de calidad de presiones, calidad en plantas y tratamiento de olores, entre otros. "Tenemos el desafío de ser más eficientes y mantener una buena calidad de servicio. Hemos ido implementando importantes mejoras que este 2015 debieran mostrar resultados", dijo Abuauad.