El asesinato de los suboficiales de Carabineros, Germán Cid (43) y Víctor Godoy (29), ocurrido la madrugada del jueves en Arica, abrió las interrogantes en torno a los riesgos y nuevos delitos que deben combatir los uniformados que patrullan las zonas fronterizas del norte del país.
Al narcotráfico y los grupos dedicados al ingreso ilegal de inmigrantes por pasos no habilitados, la policía chilena detectó un creciente foco delictual en que participarían principalmente extranjeros: la caza furtiva de animales protegidos.
Este tipo de delincuentes, según altas fuentes de Carabineros, se dedica a la captura y venta de pieles de animales como vicuñas, llamas y alpacas, que bajan de los cerros en busca de alimentos producto del invierno boliviano.
El negocio en torno a este delito es lucrativo. Por la carne y piel de cada animal robado estos grupos pueden obtener una ganancia de hasta US$ 500; es decir, $ 312.975. Este insumo permite fabricar tejidos que luego se comercializan en Europa y Asia.
Según el fiscal (s) de Arica, Carlos Eltit, las sospechas en entorno a la participación de cazadores furtivos surgió por el tipo de munición calibre 22 que causó la muerte de los uniformados.
"(Estos delincuentes) utilizan balas de bajo calibre para provocar el menor daño posible al animal, luego les arrancan la piel y la fibra en el mismo lugar. En algunos caso han llegado a pagar hasta $ 300 mil solo por una piel", explica.
Eltit añadió que en la "hay tres denuncias anteriores que se están investigando respecto a que se encontraron vicuñas heridas y muertas y sin piel las que presentaban heridas por armamento calibre 22 que se utiliza en estos casos ya que causan menos daños en la piel del animal. Por lo mismo, se están haciendo las pericias respecto a los casquillos encontrados en el lugar a fin de establecer si coinciden con este tipo de armamento".
Los cazadores furtivos pueden ser chilenos, peruanos o bolivianos y por lo general trabajan en grupo. "Son entre cinco y diez personas, en su mayoría extranjeros, los que se dedican a este negocio. Están armados y cazan durante la madrugada para no ser detectados por los dueños de los animales o los carabineros", asegura una alta fuente de la policía uniformada.
Roberto Tancara, guardaparque del Parque Nacional Lauca, confirma esta versión: "Su mayor virtud es el conocimiento avezado que tienen del terreno, lo que los hace desplazarse con rapidez. Además, manejan a la perfección los comportamientos de las vicuñas", detalló. Agregó que visten ponchos y ropa andina y "se desplazan a pie o en moto y acampan en pircas (casas de piedra) o estancias abandonadas".
En uno de estos lugares fue donde se produjo el enfrentamiento armado entre los funcionarios asesinados y los supuestos cazadores.
El cuerpo del sargento Cid quedó tendido frente a unas pircas. Su compañero, el cabo Godoy, en tanto, falleció al costado de su patrulla todoterreno que quedó atrapada en una zanja y le impidió buscar ayuda.
Tras la muerte de los policías, la Presidenta Michelle Bachelet dijo ayer que los uniformados fueron "asesinados en sus funciones, asegurando la seguridad de nuestro territorio y de nuestro país. (…). Ellos dieron su vida para asegurar que podamos vivir en paz"
Para esclarecer los hechos, el Ministerio Público enviará un requerimiento internacional a Perú. El fiscal Eltit, dijo que "debido a que se registró un intercambio de disparos es relevante saber si se reportó alguna persona herida a bala en Perú en la zona cercana a los hechos. Por ello vamos a enviar una solicitud de cooperación internacional para averiguar con las autoridades de ese país". Agregó que se debe determinar si policías peruanos estuvieron en el sitio del suceso. "Sería fundamental tener información desde la autoridad peruana sobre la policía que resguarda la frontera en la zona del suceso", dijo.
Ayer, el SML entregó los cuerpos de los carabineros a sus familiares, y hoy serán trasladados a Concepción y Los Angeles.