Cambió totalmente. De la adolescente voluptuosa de Jamón Jamón, donde conoció a su actual novio, Javier Bardem, hasta la diva del glamour que posa con un traje rojo intenso de Oscar de la Renta, en la revista Vogue de Estados Unidos, Penélope Cruz ha recorrido un camino que la ha llevado directo a lo más selecto del estilo mundial. A la lista de las mejor vestidas, a las alfombras rojas de los Oscar y de Cannes y de todas las galas de vampiresas y starlets.
La española hija de una peluquera y un ferretero partió con buena estrella. Esos ojos osuros, esa boca y ese pelo negro y salvaje llamaron inmediatamente la atención, cuando ella tenía 18 años y filmó la película de Bigas Luna donde mostraba sus pechos. Luego el papel de monja embarazada en Todo sobre mi madre la llevó a Estados Unidos y a los ojos de las marcas de lujo. Armani fue uno de los primeros en invitarla a su desfile en París. Después, ella se fue a Manhattan y comenzó a conocer el estilo de los grandes, como Calvin Klein y Dolce & Gabbana. Y "Pé", como le dicen sus amigos, siempre con buen ojo para las costuras y telas y cortes, comenzó su aprendizaje. Pronto cambió los jeans desteñidos por vestidos largos de diseñador. Ralph Lauren la "descubrió" y la convirtió en su musa. En la mujer que protagonizaba su vida soñada de clubes de yates y chic country en cada aviso publicitario que llenaba revistas y avisos callejeros durante varias décadas.
Y junto con la lista de conquistas famosas, desde Matt Damon hasta Tom Cruise, Penélope partió coleccionando grandes trajes, grandes marcas. Siempre forrada en alta costura, desde Chanel a Dior, la actriz entró al cuadro de honor de las mujeres que nunca salen sin maquillaje perfecto, peinado vaporoso, joyas y diseños importantes. Vogue la consagró con su primera portada, en 1999, donde ella posaba con mini. Y vinieron todas las demás portadas. Todas las principales vitrinas de estilo. De Dolce & Gabbana a Gucci. De Prada a Balmain. Hasta que incluso la marca española de moda a buen presupuesto, Mango, las contrató a ella y su hermana Mónica, para que llevaran su estilo a una colección masiva. Una oportunidad para que las clientas de mall puedan llevar el sello de Cruz.