El debate que hoy se da en Chile por el aporte de empresas y privados al financiamiento de campañas políticas también se registró en EE.UU. Y la solución vino por la vía judicial. A través de sendos fallos, la Corte Suprema norteamericana levantó tanto las restricciones que impedían a las empresas y sindicatos financiar libremente las campañas y anuló algunos topes que la ley electoral imponía a los donantes individuales.
Desde 1947, las compañías en EE.UU. no podían donar dinero para un candidato en particular y sólo estaban autorizadas a manifestar su postura sobre temas concretos en avisos publicitarios. Pero en enero de 2010, en una sentencia que hasta el día de hoy provoca enorme polémica, la Corte Suprema dictó su fallo por el caso "Citizens United versus la Comisión Federal Electoral", revocando por cinco votos a favor y cuatro en contra una restricción vigente desde hacía décadas sobre los aportes de las empresas a las campañas electorales.
El máximo tribunal sostuvo que los límites que se habían impuesto al financiamiento de las campañas electorales iban en contra de la libre expresión prevista en la Primera Enmienda de Constitución de EE.UU. "Cuando el gobierno trata de utilizar su poder (...) para decidir dónde puede alguien obtener una información, o a cuál fuente no puede tener acceso, recurre a la censura para controlar el pensamiento", señaló la Corte Suprema en su fallo. "Las empresas, como los individuos, no tienen un pensamiento único", agregó.
Así, tras el fallo, las empresas pueden dar fondos para avisos publicitarios a favor o en contra de los candidatos en elecciones a nivel nacional. Sin embargo, siguen prohibidos los aportes directos a las campañas de los candidatos.
Partidario de la anterior normativa, el Presidente Barack Obama rechazó la decisión, advirtiendo que la misma supondría "la brutal irrupción" de dinero de los grupos de presión en las contiendas políticas.
"Derecho básico"
Aplicando otro duro revés para Obama, en abril de 2014 la Corte Suprema abrió más los canales de financiamiento electoral al quitar algunos topes para las donaciones individuales, como lo había hecho tres años atrás para las empresas y los sindicatos,
En una decisión dividida 5-4, los magistrados del máximo tribunal avalaron parcialmente la demanda del empresario republicano Shaun McCutcheon, que buscaba derogar los topes de contribuciones de donantes individuales a las campañas políticas, a fin de que fueran ilimitadas. El máximo tribunal se basó otra vez en la Primera Enmienda de la Constitución, que protege el derecho de cada individuo a "comprometerse en política". "No existe un derecho más básico en nuestra democracia que el derecho a participar en la elección de nuestros líderes políticos", señaló el presidente de la corte, el juez John Roberts.
Hasta antes del fallo de 2014, un particular podía contribuir con hasta US$ 5.200 por cada candidato a la Cámara de Representantes o del Senado (US$ 2.600, tanto para las elecciones primarias como las generales), con el límite de US$ 48.600 en total para todos los candidatos durante cada ciclo electoral, que dura dos años.
Tras su decisión, la Corte Suprema determinó que un ciudadano puede financiar la campaña de cuantos candidatos quiera. "El gobierno ya no podrá limitar el número de candidatos o causas que un donante quiera apoyar, como no podrá decir a un diario cuántos candidatos puede promover", escribió la mayoría del tribunal, subrayando, sin embargo, que el límite de US$ 5.200 que puede donar un particular a un solo candidato se mantiene vigente.