Se calcula que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) tienen al menos 45 mil armas. Según la ONU, el 36% del armamento de la guerrilla llegó desde Centroamérica. Cada combatiente tiene en su poder una pistola pequeña, un fusil y en algunos casos, explosivos de diferentes tipos, como granadas.
Es por eso la entrega de armas por parte de la guerrilla era un elemento crucial para el gobierno de Juan Manuel Santos para poder hablar de la paz. Según el acuerdo al que llegaron ayer el gobierno y las Farc en La Habana, tras la firma de la paz -que se calcula que será a finales de julio o agosto-, el grupo armado dejará las armas, por fases, en un plazo máximo de 180 días.
El proceso, conocido como dejación de armas, estará en manos de 300 enviados especiales de la ONU, quienes recibirán la totalidad del armamento de las Farc para destinarlo a la construcción de tres monumentos. La entrega de las armas se desarrollará en dos partes, el control de armamento, es decir, el registro, la identificación y el monitoreo de éstas, y la entrega final.
Al día siguiente de que se firme la paz, la guerrilla se ubicará en 23 zonas "veredales transitorias de normalización" y ocho campamentos para la concentración de los miembros. Allí se transportará el armamento y se destruirán las que se encuentran inestables.
A pesar de que no se tiene claridad sobre cuáles serán exactamente las zonas en Colombia, los sectores fueron creados para que se lleve a cabo el tránsito de los guerrilleros a la "legalidad y dejación de armas", dijeron ambas partes.
En estas zonas los miembros de las Farc deberán seguir reglas de comportamientos. No podrán portar armas y estarán vestidos de civil. Estos lugares tienen como objetivo garantizar el cese el fuego e iniciar la reincorporación a la vida civil de las Farc. Cada zona tendrá equipos de monitoreo local y no podrá ingresar población en ningún momento.
La iniciativa es opuesta a lo que implementó en su momento el ex Presidente Andrés Pastrana (1998-2002), que durante su mandato desmilitarizó una zona de 42 mil kilómetros para el diálogo. Pero las Farc tomaron el control de ese sitio y las conversaciones llegaron a su fin.
Además de dejar las armas, ayer ambas partes anunciaron que firmarán la paz en Colombia y que la guerrilla aceptará el mecanismo de refrendación que avale la Corte Constitucional para que la ciudadanía diga si acepta o no los acuerdos de paz. Santos busca realizar un plebiscito, algo a lo que se habían opuesto las Farc.