El trastorno de déficit atencional con hiperactividad es una de las patologías más frecuentes en la infancia. Si bien en Chile no se manejan cifras oficiales, la Asociación Psiquiátrica Americana señala que, a nivel mundial, el 5% de los niños en edad escolar padece el cuadro. Es por esto que, a diario, padres y profesores deben enfrentarse a todos los problemas derivados de un denominador común: la falta de atención.
La distracción en clases, el bajo rendimiento escolar y, en muchos casos, los problemas de conducta suelen estar asociados a este fenómeno. "El diagnóstico se realiza en base a dos dimensiones: hiperactividad-impulsividad y falta de atención, por lo tanto, hay algunos niños con predominio de la desatención; otros predominantemente hiperactivos-impulsivos y un tercer grupo, que tiene ambos cuadros", dice Francisca Iturra, psicóloga infanto-juvenil de Integramédica.
Según un estudio de la Universidad de California Davis, los problemas de concentración en la etapa preescolar tienen una relación directa con un eventual fracaso escolar posterior. El estudio se realizó en 700 niños por más de 20 años, y una de sus conclusiones más categóricas fue que la falta de atención es un factor que podría frenar el aprendizaje, lo que influye en el posterior desempeño académico.
De allí la importancia de prevenir el problema. Una forma sencilla es desarrollar la atención a través de diferentes técnicas y estrategias, que pueden ser dirigidas por los padres en el hogar. Para que éstas sean efectivas, deben ser percibidas como una instancia de juego por el niño, que no sean un "castigo" y que no se prolonguen por más de 20 minutos por actividad.
Según Francisca Iturra, lo ideal para mantener la atención del niño, es que los padres varíen cada cierto tiempo de metodología para evitar la rutina. En la medida en que recorran diversas áreas temáticas es más probable que el niño se mantenga enfocado hacia la dinámica que el adulto propone.
ALGUNOS EJERCICIOS SON:
- Los sudokus para niños (con matrices de dibujos y colores): desarrollan la capacidad de razonamiento numérico y el cálculo mental. Y, de esta forma, potencian la memoria y la concentración.
- Seguimiento de patrones: Estimulan la organización y la percepción visual. A la vez, desarrollan la memoria visual y la organización perceptiva.
- Los laberintos: Cooperan en el desarrollo de la capacidad de planeamiento y anticipación, por lo que son útiles para potenciar la atención y concentración en el niño.
- Las sopas de letras: Además del desarrollo de la memoria y del lenguaje, contribuyen a la comprensión verbal y la formación de conceptos.
Ejemplos concretos para cada tipo de actividad, se pueden descargar aquí.