Gracias a distintos ensayos realizados por científicos, se determinó que drones microscópicos podrían ser utilizados para buscar y reparar arterias dañadas, prevenir ataques cardíacos y accidentes cardiovasculares.
Según publica el medio británico The Telegraph, los investigadores ya finalizaron con éxito las primeras pruebas de nanopartículas en ratones y se encuentran a la espera de poder realizar los test en pacientes.
Las nanopartículas están diseñadas para aferrarse a placas en las arterias, hechas de colesterol y calcio, que son las que causan enfermedades al corazón.
Según el estudio, una vez que el drone llega a su destino, puede liberar un fármaco derivado de una proteína natural que repara los daños de inflamación en el cuerpo.
Cada una de las pequeñas partículas están hechas de un material parecido al plástico, se disuelven con el tiempo y son mil veces más pequeñas que la punta de un cabello humano.
Para los científicos el uso de la nanotecnología podría significar un gran avance para para quienes padecen enfermedades cardíacas y para otras áreas de la medicina.
La obstrucción de las arterias o aterosclerosis fue reparado significativamente en los test aplicados a ratones, tras cinco semanas de tratamiento.
Uno de los investigadores Omid Farokhzad, dijo que este es el primer ejemplo de tecnología de nanopartículas que reduce la aterosclerosis en un modelo animal, e indicó que esto se podría utilizar en un número diferente de tratamientos. Sin embargo, dijeron que es necesario realizar más pruebas ya que los ratones -en los que se realizaron las pruebas- no sufren de ataques cardíacos.
Los resultados fueron publicados en la revista Science Translational Medicine.