"No hay ninguna duda de que vamos a lograrlo", dice Jennifer Sisemore un día después de su arribo a Chile para ver los últimos detalles de la cumbre del Google Lunar X Prize (GLXP) que se realizará en nuestro país en abril próximo.

Sisemore -de la fundación X Prize- se refiere a la meta bajo la cual se originó este concurso mundial, en 2007: premiar al equipo que lograra llegar con un rover a la Luna, manejarlo de manera remota y revivir, de manera robótica, la hazaña hecha hace más de 40 años por la misión Apollo 11.

Y aunque el plazo original -hasta 2013- se aplazó para 2015, los 23 equipos que permanecen en competencia se encuentran en una etapa crítica, en la que se definirá cuáles pasan y cuáles quedan en el camino. Una decisión que se tomará a comienzos de abril, cuando cerca de 70 personas (que representan a los grupos) se junten para compartir sus avances y, además, probar sus robots en la forma más cercana de sentir el suelo lunar: en el desierto de Atacama en Chile.

La cita

La oportunidad de realizar esta cumbre en Chile surgió el año pasado, cuando el equipo Chile Team Angelicum, liderado por Gerardo Rocha, hizo su primera presentación en vivo en Washington, EE.UU. Tanto la organización como los otros equipos se vieron sorprendidos por el avance del equipo -uno de los últimos en unirse a la competencia- lo que motivó a postular a Chile como sede este año.

La llegada de los equipos mundiales será el 2 de abril. Los dos días siguientes, los 23 equipos expondrán sus avances, ya sea de forma abierta o bien cerrada. Luego, se irán a la Segunda Región a probar los rover al desierto de Atacama, que ha sido usado por la Nasa para testear sus robots por su parecido con la superficie lunar. "Es una oportunidad única para equipos cuyo funcionamiento sólo ha sido probado a nivel teórico. Al menos tres de los equipos han dicho que quieren traer sus sistemas para probarlos y el resto también participará para ver cómo lo están haciendo", dijo.

En eso, el equipo chileno tiene una ventaja: ya probó, en Atacama, su rover Dandelion, que tiene un sistema de ruedas metálicas inspiradas en la biomecánica. De hecho, gracias al éxito de esta prueba, el Dandelion ya tiene fecha de lanzamiento: en junio de 2014 estará listo para ser enviado a las pruebas instrumentales para su lanzamiento a fines de ese año.

La meta

La ejecutiva de X Prize se rehúsa a comentar sobre los equipos favoritos para llevarse el premio principal de 20 millones de dólares, aunque confiesa que hay varios que están en etapas muy avanzadas. "Esta cumbre y la del próximo año serán claves a la hora de ver cómo sigue el concurso. Todos los equipos saldrán a mostrar sus grandes armas".

El desgaste se ha notado en estos seis años de competencia: siete concursantes se han retirado y tres han anunciado fusiones con otros equipos. Otros, como el equipo chileno y el estadounidense Omega Envoy, han optado por firmar acuerdos para enviar sus rovers en el mismo cohete y el mismo lander. Astrobotics, de EE.UU, llegó a acuerdo con la compañía especial privada SpaceX para asegurar su viaje al satélite, mientras Moon Team, de España, negoció con China y podría lanzar su proyecto incluso a fines de este año.

Todos los equipos tienen hasta 2015 para hacer su intento y sólo será después de eso que serán juzgados para determinar al ganador. "No vale sólo llegar a la Luna, sino que cumplir otras tareas como recorrer 500 metros, capturar fotos y video y seguir parte de la ruta de las misiones Apollo.

"Puede que 20 millones de dólares suene mucho, pero en realidad, con los costos que están teniendo, es como un caramelo", confiesa Sisemore. Al final, asegura, la labor de la competencia no es esa, sino que llevar a una nueva comunidad científica, mucho más joven y ambiciosa, la ansiedad de volver a la Luna.