Ninguno se sintió lejano ni menos tenso o responsable con el desenlace de estas elecciones. Aquellos chilenos que vivieron, trabajaron o están vinculados a Estados Unidos mantuvieron una alta expectación ante los resultados de la votación presidencial más temida que se ha visto en la última década.
Es que el curso que podría tomar la polarización que se desató en estas elecciones, parecieran no tener revés. "Fue impresionante cómo las ideas de Trump tomaron forma y se convirtieron en algo nocivo y violento. Con esto, se develó una parte de los Estados Unidos muy violenta, racista y sexista que, de alguna manera, estaba muy oculta. Eso es algo que recién está empezando", dice Javiera Parada, ex agregada cultural de Estados Unidos.
El fenómeno Trump fue sin matices. Logró una división superior a otras elecciones y conglomeró a más gente hablando e interesada en política, aunque, según el cientista político Patricio Navia, "tiene que ver, además, con el momento económico complejo que están pasando".
Pese al anuncio de la construcción de un muro que dividiría Estados Unidos de México y los discursos que fomentaron la incomodidad de las minorías en el país, el ex ministro Sergio Bitar asegura que la polarización estaba instalada desde antes, aunque "bloqueada políticamente" precisamente por el Partido Republicano de Trump: "Muchas de las cosas del Presidente Obama quedaron pendientes por una intransigencia del Partido Republicano".
Según Carla Guenfelbein, escritora que hace menos de un año dejó el país norteamericano, fue una de las campañas más escalofriantes por "la cantidad de estadounidenses que se identificaron con Trump y su discurso, al punto de poner en cuestión las bases mismas de la democracia en caso de que su candidato no gane".
El temor es que la violencia interna prospere, aunque queda una esperanza en el Senado, indica Patricio Navia: "El mayor desafío del próximo Presidente va a depender de lo que pase allí, porque es en ese lugar donde se toman las decisiones más importantes. Si ganan los demócratas de Hillary Clinton, no debería haber mayores cambios".
La escritora y académica que reside en Nueva York, Diamela Eltit, asegura que la clave para revertir la situación tiene que ver más que con observar el proceso, con "entender con claridad meridiana la violencia que se incuba en la población estadounidense (prácticamente la mitad de sus habitantes) en contra de las minorías: mujeres, pueblos originarios, afroamericanos, musulmanes y latinos".
Desafío presidencial
El nuevo escenario social y político instalado en el país será parte importante del sucesor de Barack Obama. El senador UDI Hernán Larraín, quien viajó para presenciar el resultado de las elecciones, afirma que la principal tarea del próximo Presidente de los Estados Unidos "será la de recuperar la unidad de este país fracturado, y recuperar la sintonía con la gente; hay demasiado malestar en contra del mundo político, sin exclusiones". Para eso, el calendario ayudará a calmar las aguas con el Día de Acción de Gracias y las celebraciones de fin de año, lo que generará una antesala más dispersa, según Navia, para cuando a finales de enero asuma el nuevo Presidente. "Va a haber algo de espacio para tomar el mando en un ambiente menos hostil, aunque también dependerá de lo que pase con el Senado", reflexiona Navia.