Una dura situación se vive en la IV Región, debido a la escasez de agua que enfrentan comunas como Combarbalá, Punitaqui, Canela y La Higuera. El problema: los pozos que existen presentan un descenso en sus niveles por el aumento de la demanda estacional, falta de recarga y alto consumo.
El gobierno anunció que la próxima semana se decretará emergencia agrícola en la IV Región, luego que autoridades locales dieran la alarma. Ello permitirá contar con fondos especiales para asistir a la población, incrementar la distribución de agua y entregar forraje a los criadores de ganado. En años anteriores, los montos han llegado a mil millones de pesos.
Rodrigo Weisner, director general de Aguas del MOP, sostiene que también se evalúa dar el estatus a las áreas de escasez, lo que implica que se pueden otorgar permisos para apertura de nuevos pozos y así aliviar a los vecinos afectados.
"El diagnóstico es preocupante", indica el intendente de la IV Región, Ricardo Cifuentes, quien añade que, actualmente, la Oficina Nacional de Emergencia mantiene 36 camiones distribuyendo agua para la población en las áreas más afectadas, abasteciendo a unas 30 mil personas.
"Probablemente, tendremos que aumentar el número de camiones arrendados para distribuir más agua, de manera de llegar a otras localidades que se están complicando. A medida que avanza el verano, la escasez aumenta", explica.
PROBLEMA CRECIENTE
El alcalde de Canela, Norman Araya, cuenta que hace 12 años que el agua se ha vuelto escasa en su zona, con pozos que muestran niveles cada vez más decrecientes. "Nuestra comuna se ha visto bastante afectada por la sequía. En las zonas rurales la situación cada día es más caótica", afirma.
La secretaria regional ministerial de Agricultura, Lorena Sandoval, explica que los más complicados son los criadores de animales y los agricultores de secano que trabajan sus huertas, quienes han visto mermado el suministro.