Incertidumbre es el concepto que repiten estudiantes, académicos y funcionarios de las sedes de regiones de la Universidad del Mar. El futuro de la casa de estudios depende de la decisión del Consejo Nacional de Educación (Cned), instancia que debe definir en los próximos días si cierra la universidad tras la solicitud del Ministerio de Educación, que alega que la casa de estudios presenta una serie de irregularidades y que ha quebrantado sus estatutos.

En Punta Arenas, los funcionarios, académicos y autoridades de la sede comenzaron un paro el viernes 14 de diciembre, argumentando que el plantel les adeudaba dos meses de sueldo. A esto se suma la eventual venta del edificio del establecimiento, lo que aumentó su incertidumbre respecto de dónde se efectuarían las clases en 2013.

El rector Marco Poza afirma que no están matriculando ni estudiantes nuevos ni antiguos para el próximo año, debido a que no tienen condiciones para seguir operando. Poza indica que no sabe si lograrán cerrar el segundo semestre y precisa que de esta se han retirado 160 personas en este período: "Sí estamos atendiendo a los alumnos, para que puedan retirar sus documentos", asegura.

El presidente interino del sindicato de trabajadores de la sede de Punta Arenas, Marco Quiroz, añade que "éramos 70 funcionarios y quedamos la mitad, debido a que, simplemente, los académicos han dejado de venir porque no les pagan. Y desde septiembre de 2011 que la universidad no cancela las imposiciones de los funcionarios de planta. La deuda superaría los $ 80 millones".

En Temuco, donde hay 500 alumnos, los sueldos de los académicos están al día y el año ya fue cerrado.

La vocera de los profesores de dicha sede, María Teresa Cantallopts, dijo que con los estudiantes "está todo bien y sólo los apoyamos en lo que sea su continuidad, pero el proceso se cerró bien, incluso se tomó exámenes de grado y faltan los de repetición".

Región del Maule

En el centro del país también hay descontento. En Talca, los dirigentes estudiantiles describen que se intenta finalizar el semestre sin problemas, aunque no descartan iniciar acciones legales contra la casa de estudios por el perjuicio que les ocasionaría el posible cierre.

Elisa Campos, presidenta de la federación de estudiantes de esta sede, sostiene que ya "estamos en contacto con un equipo de abogados para presentar las demandas que corresponda".

Agrega que los funcionarios tienen sus sueldos al día y los docentes esperan el pago de todo el segundo semestre, en una cuota fijada para enero.

El presidente de la Federación de Estudiantes de Curicó, Edgard Roco, manifiesta que la sede ha estado "funcionando bien, los docentes, a quienes se les adeuda el pago de una de las cuotas del segundo semestre, decidieron seguir con las clases y cerrar el semestre para no perjudicar a los alumnos".

Sin alternativa

En San Fernando, la realidad es más compleja. Según señala la presidenta de la federación de estudiantes, Marta Molina, en la sede hay 900 alumnos, de los cuales menos del 10% ha tenido la opción de cambiarse a otro plantel: "Acá no tenemos alternativa, ya que no existe otra universidad, y para los estudiantes es muy difícil trasladarse a otra ciudad porque la mayoría viene desde sectores rurales".

Añade que "hay un 30% que estudia en la modalidad vespertina, por lo que no podrían viajar a otro lugar".

En el caso de los académicos, están evaluando comenzar un paro debido a que no han recibido ningún pago desde que comenzó el segundo semestre. "El compromiso de la universidad era pagarnos el 21 y no se cumplió, por lo que esta semana vamos a evaluar el inicio de una movilización", indicó el tesorero del sindicato de funcionarios de la sede de San Fernando, Andrés Cid.

En Quillota tienen una matrícula de 754 personas, de los cuales el 52% corresponde a trabajadores que asisten bajo el sistema vespertino y no tienen opción de reubicarse, según explicó Sergio Araya, presidente de la federación de estudiantes

Para el 25 de enero está planificado el cierre del segundo semestre en La Serena y, según el dirigente estudiantil Abdón Julio, de los 2.000 alumnos que tenía el campus, quedan 1.500.

En la sede de Iquique, el año académico también se cerrará a fines de enero. Según detalla Glenn Rojas, presidente del sindicato número 2, que agrupa a académicos y administrativos, desde mayo se registran deudas previsionales.

Respecto del número de alumnos, señala que la cantidad disminuyó de 1.900 a 1.100 y suponen que, tras finalizar el semestre, aumentaría el número de estudiantes que decidan dejar el plantel.