Los vocales Luis Guajardo y Roberto González encontraron un par de paletas, una pelota naranja y salieron a jugar pimpón al patio del Liceo Polivalente Mercedes Marín del Solar, de Macul. No tenían nada mejor que hacer. Habían llegado a las ocho de la mañana y, casi cuatro horas después, podían contar a los votantes de sus respectivas mesas con los dedos de una mano. Alrededor, otros vocales habían sacado las sillas hasta un costado de la multicancha para fumar y tomar el sol. "Tenemos todo preparado en las mesas en caso de que llegue alguna persona", explicó Guajardo. "Las personas que vienen lo hacen sin saber quiénes son los candidatos", complementó González, mientras intercambiaba pelotazos con su compañero.

La repetición de escenas como esta en las 93 comunas donde se realizaron primarias municipales  permitieron anticipar desde temprano el ínfimo índice de participación que el Servel empezó a informar a partir de las siete de la tarde. Hasta las 21 horas, solo 282.506 de las 5.067.812 personas habilitadas para votar lo habían hecho. En otras palabras, apenas un 5,6% del padrón electoral había sufragado en los comicios para definir a los candidatos que estarán en la papeleta municipal del 23 de octubre.

Proporcionalmente, no hubo grandes diferencias entre la Nueva Mayoría y Chile Vamos. De un universo de 3.242.522 electores, repartido en 50 comunas donde solo se realizaron comicios oficialistas, 181.044 personas emitieron votos válidos, es decir, un 5,58% del padrón.

En cambio, en las 40 contiendas exclusivas de la oposición, votaron 86.537 personas de un padrón de 1.570.380: una participación de un 5,51%.

Finalmente, en los tres municipios donde la Nueva Mayoría y Chile Vamos realizaron primarias conjuntas (Arica, Concon y San Fernando) la participación era un poco mayor, con un 7,79%.

En las contiendas más relevantes del oficialismo, hasta el cierre de esta edición, se imponía la ex ministra de Salud de Michelle Bachelet Helia Molina (PPD) en Ñuñoa; David Peralta (PC) en La Florida; el cantante Leopoldo "DJ" Méndez (Independiente pro-PPD) en Valparaíso; René Lues (DC) en Viña del Mar; Andrea Merino (PS) en Antofagasta. En la oposición, se imponía Cristián Van Rysselberghe (UDI) en Concepción (hermano de la senadora del mismo partido, Jacqueline Van Rysselberghe).

La baja participación ciudadana en estas primarias municipales revivió el debate respecto de la reposición del voto obligatorio e incluso llevó a algunos parlamentarios a plantear que la entrada en vigencia del voto electrónico debe ser prioridad.

Desencanto absoluto

Mientras los candidatos Eduardo Topelberg (PRSD) y Alejandra Placencia (Independiente pro-PC) emitían sus sufragios en el Liceo Manuel de Salas de Ñuñoa, en la sala contigua se veía una joven sola, totalmente desafectada de lo que pasaba afuera. Era vocal de una mesa en la que solo siete personas habían votado (de 977 posibles) hasta el mediodía. Ella y los otros dos vocales habían decidido no votar, a pesar de que estaban ahí y solo les tomaría un minuto. Su nombre es Daniela Gaete (22) y está en pijama: un polar entero que además en un disfraz de unicornio. Gaete se ríe y dice que "el disfraz representa la ridiculez de estas elecciones de los políticos que no pudieron ponerse de acuerdo en sus candidatos".

En el piso de arriba no había tanto enojo. Ahí estaba María Luisa Furche (27), hija del actual ministro de Agricultura, Carlos Furche, quien contó que las tres vocales ya habían votado y que en la mesa lo habían hecho 56 personas. Esperaba llegar a 100 de 1.000, alrededor de un 10% de participación. "Esta es como la mesa VIP", señaló Furche. "Vino la Helia Molina con cámaras y se sacó fotos con nosotros y votaron la Maya Fernández y la Fanny Pollarolo".

En el Estadio Nacional, después de almuerzo las cosas siguieron lentas. En la mesa 13, el vocal Sergio Guzmán (36) leía tranquilamente el libro "Comer, amar, mamar", que le dio su esposa para que se instruyera un poco para cuidar a si hijo recién nacido. Cuando marcaban las 16 horas, la urna de su mesa solo contabilazaba 31 sufragios de 942 posibles.

Al mismo tiempo, en la comuna adyacente de Macul se desarrollaban unas deslavadas primarias entre dos candidatos de la UDI, el abogado Aldo Duque (también apoyado por Evópoli) y Andrés Ugarte, quien finalmente resultó ganador. Allí votaron solamente 1.508 personas, de un padrón de 71.542 electores.

En locales como el Gimnasio Municipal de Macul, en Avenida Quilín, el primer votante llegó cerca de las 10 de la mañana y fue recibido con aplausos. Luis Lizama, cuatro veces vocal de aquella mesa, dijo que "es lejos la votación más floja" en la que ha participado.

Más dramática era la situación en locales de votación más grandes, como el Liceo Mercedes Marín, que albergaba 14 mesas. Todas tuvieron que constituirse con el mínimo de tres vocales y la delegada electoral, María José Godoy, incluso estuvo tentada de dejar como "voluntario" a un hombre en estado de ebriedad que no era capaz de encontrar su mesa. No lo hizo, a pesar de que una mesa quedó sin constituirse.

Justamente a aquella mesa llegó Patricia Cordero, una votante de tercera edad, después de caminar varias cuadras para llegar al liceo. "Es una falta de respeto. Nunca me había pasado esto. Y así quieren que la gente participe. ¡Qué cumplan con su deber", protestó.