La última semana de enero y la primera de febrero son consideradas en la Nasa como las peores del año. Es que sus tres mayores tragedias ocurrieron, precisamente, en esta época del año: el incendio del Apollo 1 (27 de enero de 1967), la explosión del transbordador Challenger (28 de enero de 1986) y la tragedia del Columbia (1 de febrero de 2003).
Por eso, al cumplirse hoy 10 años de esta última, la agencia espacial estadounidense realizará un homenaje para recordar a todas sus víctimas de la carrera espacial. Pero en especial, a los siete miembros del Columbia, cuya nave se desintegró en el aire a la hora de entrar a la atmósfera terrestre, producto de un desperfecto en el sistema de protección exterior de la nave.
Un accidente que hasta hoy tiene consecuencias en el modo de operar de la Nasa y que significó el adelantamiento del fin de la era de los transbordadores.
Tragedia y cambios
A diferencia del Challenger, que alcanzó a estar en vuelo sólo 73 segundos, la falla del Columbia fue radicalmente opuesta, ya que ocurrió cuando la nave volvía a la Tierra, luego de 16 días en el espacio.
Un accidente que no sucedió por una falla de la nave o un desperfecto imprevisto, sino por un problema que tuvo desde el momento en que salió del planeta. Al despegar, una capa de espuma protectora de la gasolina cayó sobre el ala izquierda de la nave, causando grietas en las cerámicas aislantes.
Estas grietas, al entrar a la atmósfera, llenaron de gases calientes la estructura, lo que causó su descompresión y posterior colapso. La imagen del transbordador desintegrándose fue vista en vivo por todo el mundo y por los familiares de los siete astronautas, que los esperaban en Cabo Cañaveral.
El hecho causó una crisis total en la Nasa: los vuelos del programa de los transbordadores se suspendieron por dos años -retrasando el proceso de construcción de la Estación Espacial Internacional-, y obligó a un rediseño total del manejo de las misiones tripuladas.
Además, se tomaron decisiones importantes sobre las futuras misiones. Por ejemplo, se volvió al modelo de cápsulas para transportar personas (como lo será el nuevo modelo de la Nasa, Orión), dado que es un ve-hículo que no tiene alas para dañarse y permite poder eyectarse del cohete en caso de algún accidente.
Incluso, los nuevos trajes espaciales fueron creados tomando en consideración los errores del Columbia: en lugar de tener un sistema manual de presurización, éste se activa automáticamente en caso de que la cabina pierda presión, para así dar a la tripulación más tiempo de reaccionar. Algo que no ocurrió en el Columbia. Sus astronautas perdieron la conciencia antes de poder manejar la situación.
Homenajes
En honor a los caídos, la Nasa celebrará hoy su "Rememberance Day", donde se pondrá especial énfasis en el recuerdo de los siete astronautas fallecidos hace una década.
A través del sitio de la Nasa y de la página Space.com, se podrá observar en vivo el acto para recordar a los astronautas fallecidos en el vuelo, que incluirá la participación de familiares de las víctimas, incluyendo a 11 de los hijos que perdieron a sus padres hace una década.
Además, todas las reparticiones oficiales de la Nasa estarán con sus banderas a media asta y el Ames Exploration Center inaugurará una exhibición con objetos personales de los astronautas del Columbia. Al acto también fueron invitados familiares de astronautas del Challenger y del Apolo 1.