"Aquí vienen los choros. Esto no se va a olvidar", gritaban los amigos de Sergio "El Chendo" Guzmán, mientras cargaban su féretro por los pasajes del sector emergencia de la población La Legua, poco antes de dejarlo en la carroza que lo llevaría al Cementerio General.
El cortejo partió cerca de las 3 de la tarde desde su casa, ubicada en la calle Francisco Zárate, lugar donde fue asesinado el jueves por el menor de 15 años apodado "Bryan", hijo del líder del clan de narcotraficantes denominado "Los Gálvez".
En un principio, su familia iba a sacar el ataúd directamente hacia la carroza, pero los vecinos les pidieron que se le hiciera un homenaje. Seis de sus cercanos tomaron el féretro, paseándolo frente a la multitud. A poco andar, se sientieron disparos de armas de fuego, mientras algunos asistentes bebían cerveza y lanzaban gritos de advertencia para "Bryan". El adolescente prófugo, en 2008, confesó el crimen del hermano de la víctima, debido a una rencilla amorosa que tenía su hermana Gemma Gálvez con el padre de ambos.
Entre las personas que efectuaron disparos había un niño de unos 12 años, quien aseguró que disparó un arma a fogueo en su honor porque vivía en su misma calle: "En la población andan muchos niños con pistolas en el barrio, como el Bryan", dijo.
Durante el trayecto por la población, los vecinos se detuvieron en mitad de la calle y abrieron la tapa del ataúd. Un grupo de jóvenes prendió cigarrillos y lo que parecían ser "pitos" de marihuana y arrojaron el humo por la ventanilla del féretro.
La caravana, compuesta por unos 150 automóviles y dos micros, fue vigilada por un contingente de 45 carabineros pertenecientes a Fuerzas Especiales, OS-9, Gope, y las comisarías del sector de Recoleta e Independencia.
De pronto, varios vehículos trataron de romper la caravana y cambiar la ruta hacia la Cárcel de San Miguel, donde están encarcelados algunos delincuentes oriundos de La Legua. Sin embargo, los efectivos les bloquearon el camino.
Tras insultar a los uniformados, los familiares continuaron con el cortejo por Vicuña Mackenna hasta llegar a avenida La Paz, en medio de incesantes bocinazos.
Cerca de las cuatro de la tarde, la caravana llegó a las puertas del cementerio, donde más de 300 personas acompañaron el féretro hasta el lugar de la sepultura.
Durante el cortejo fúnebre, uno de los asistentes se llevaba frecuentemente la mano al cinto, como si empuñara un arma de fuego.
En tanto, la Brigada de Homicidios continúa buscando a "Bryan" por Santiago y el litoral central.