La firma de la Presidenta Michelle Bachelet a la Reforma Constitucional para crear modificaciones en la estructura del Ministerio Público, fue el primer paso para el futuro nacimiento de la Fiscalía Especial de Alta Complejidad con jurisdicción en todo el territorio nacional.
El proyecto, según indicó el Fiscal Nacional Sabas Chahuán a La Tercera, implica un equipo de fiscales a cargo de un fiscal jefe de la Fiscalía Especial y un equipo multidisciplinario, para "que no esté el fiscal solo, sino que tenga abogados de apoyo, y, por ejemplo, analistas contables, antropólogo, sicólogos, etcétera".
Sin embargo, dijo, contar con peritos propios no implicará prescindir de la colaboración de expertos de las policías, pues, "más del 90 por ciento de las diligencias las hacen Carabineros e Investigaciones, y tienen un equipo pericial imprescindible".
La idea es que la nueva Fiscalía de Alta Complejidad se haga cargo de causas "altamente complejas, investigaciones de mínimo 2 años y una cantidad de varios tomos de información", aclaró el fiscal.
Con ello, se descongestionaría a las fiscalías regionales, y a los peritos policiales.
Si la futura Fiscalía de Alta Complejidad estuviera investigando los bombazos en Santiago, por ejemplo, "podría tener un sociólogo o un antropólogo dedicado exclusivamente, un perito informático propio, para que no estén dependiendo de unidades policiales que están altamente sobrecargados por la cantidad de delitos", explicó.
El fiscal Nacional aseguró que un estudio arrojó que el ministerio público indaga cerca de 1500 casos de delitos como corrupción y lavado de dinero al año, cifra que se estima podría atender la nueva unidad.
En este sentido, dicho departamento podría haber investigado causas como las repactaciones unilaterales de La Polar, el caso Registro Civil, el caso Kodama, las responsabilidades de la fallida alerta de tsunami, entre otros "megacasos".
Serían 25 los fiscales especializados y capacitados que trabajarán en esta unidad, los que según Chahuán, "estarán desplegados uno por cada región, con un centro de operaciones en Santiago".
"Un fiscal delegado haría diligencias en terreno, y eventualmente fiscales de la capital se desplazarán. La idea es que opere en todo Chile, encabezado por un fiscal jefe al igual que las unidades regionales", manifestó.
La fiscalía contaría con recursos adicionales, los que serán solicitados al Gobierno, y "en una primera etapa" estará emplazada en un inmueble arrendado, o dentro de las dependencias de la actual Fiscalía Nacional.