Luego de semanas de feroz resistencia, los leales al fugitivo coronel, Muammar Gaddafi, están acorralados por las fuerzas rebeldes en una pequeña zona de Sirte.

Tanques del Consejo Nacional de Transición (CNT) se acercaron a los edificios utilizados por francotiradores y abrieron grandes agujeros en los muros. Las fuerzas de Gaddafi ahora están rodeadas desde todos los frentes en una zona de la ciudad.

"Tenemos el control de toda la ciudad excepto del vecindario 'número dos' donde están rodeadas las fuerzas de Gaddafi", dijo Khaled Alteir, un comandante de campo en la ciudad natal del ex líder libio. "Esta operación está en su último aliento", indicó otro comandante, el coronel Mohammad Aghfeer.

El asedio de Sirte, que comenzó tras la caída de la capital Trípoli hace dos meses, ha demorado el regreso a la normalidad en Libia debido a que los nuevos líderes anunciaron que comenzarán a construir un sistema democrático una vez que la ciudad haya sido capturada.

Leales a Gaddafi han luchado con tenacidad durante semanas en Sirte, respondiendo a los disparos con pequeñas armas y granadas propulsadas por cohetes. Banderas verdes, el símbolo de los 42 años de Gaddafi en el poder, aún ondeaban en muchos de los edificios de la ciudad, pero las fuerzas leales ya no estaban usando armas pesadas y habían perdido algo de cohesión, dijo un comandante del CNT.

"Hemos notado que ahora están luchando cada uno por su lado", dijo Baloun Al Sharie, un comandante de campo. "Intentamos decirles que ya es suficiente y que se entreguen, pero no lo harán", agregó.

Hoy también, el ministro de Defensa británico, Liam Fox, señaló que ve como inminente la toma definitiva de Sirte por las tropas del CNT. "Nos acercamos mucho a la caída de Sirte, lo que, según pienso, podría poner fin al conflicto de Libia", dijo desde Londres.

SE REANUDAN VUELOS CIVILES
Mientras la batalla por Libia se acerca a lo que el CNT y la OTAN esperan que sea el final, tanto el nuevo gobierno como la alianza occidental que colaboró con la caída de Gaddafi están buscando una vuelta a la normalidad. Ambos firmaron un acuerdo para abrir inmediatamente pasillos aéreos para permitir el paso de vuelos civiles internacionales desde Bengasi y vuelos domésticos entre la segunda ciudad y Trípoli y Misrata.