El pasado 22 de diciembre se desató un incendio en las comunas de La Calera e Hijuelas que se mantuvo hasta el 27 del mismo mes. La emergencia consumió una superficie de 820 hectáreas de recursos vegetacionales nativos. En la oportunidad, si bien el fuego no alcanzó sectores poblados, como por algunos momentos las autoridades regionales temieron, quemó un área del Sitio de Interés para la Conservación de la Biodiversidad Cordillera El Melón, y además una parte de la zona de transición de la Reserva de la Biosfera Peñuelas, en la zona de La Campana.

Según explicó el jefe del Departamento de Fiscalización y Evaluación Ambiental de Conaf Región de Valparaíso, Leonardo Möder, "con tres motoristas de la Sección Forestal de la policía uniformada, visitamos a los responsables de los terrenos afectados para informarles que, a pesar de que sus predios fueron siniestrados, no está permitido realizar una sustitución de bosque nativo, ni cambiar el uso del suelo".

Agregó que "la idea es manejar, recuperar, pero no reemplazar, especialmente considerando que en La Calera, resultó dañado el sector sur de la Cordillera El Melón, sitio de interés para la conservación de la biodiversidad; y, por otra parte, en Hijuelas, hay involucrada una zona de transición de la Reserva de la Biosfera Peñuelas-La Campana".

En esa línea, Möder destacó que este espacio tiene mucha riqueza en cuanto a composición botánica nativa, tanto de formaciones vegetacionales de tipo arbustiva, como también de plantas suculentas o cactus. Además, posee hierbas y árboles autóctonos como peumos, quebrachos, bellotos del norte, naranjillos, pataguas, maitenes, litres, quillayes, molles y boldos.

Finalmente, expuso que "ésta es una zona de vegetación mediterránea, que sólo se puede apreciar en cinco lugares del mundo, realmente muy escasa".