La emergencia producto de los siniestros forestales que afectaron principalmente a las regiones de O'Higgins, Maule y Biobío ya está llegando a su fin. Esto luego que Conaf informara que sólo un incendio se mantiene activo (con propagación sin control) a lo largo del país. "La totalidad de los incendios en el país, excepto el de Talamí (que ha consumido más de 8.500 hectáreas), en la VI Región y Metropolitana, se encuentran contenidos o controlados (en ambos casos, el fuego no sigue avanzando). Esto es un paso muy importante porque, en definitiva, estamos con un gran avance. Con esta situación estamos acercándonos al cierre de esta megaemergencia", sostuvo el director ejecutivo de Conaf, Aarón Cavieres, tras el comité técnico de emergencia en dependencias de la Onemi. Este es un cambio importante frente al escenario del 26 de enero, cuando había 142 siniestros.

Otro de los factores que ayudaron a controlar el fuego en el Biobío fueron las precipitaciones débiles que se registraron la tarde del viernes y durante la mañana de ayer. La lluvia sorprendió a los damnificados en Florida. "Llovió sólo un rato, pero igual fue mucha el agua, que ayuda a apagar los troncos que todavía humean", relató Rosa Sánchez, vecina afectada.

Fueron sólo 3,4 milímetros de agua caída, pero que permitieron entregar humedad en zonas como Concepción, Talcahuano y Florida, a raíz de la nubosidad que dejó el sistema frontal que afectó desde La Araucanía al sur. "Hoy las condiciones son óptimas para que el fuego no se propague, pero entre domingo y lunes las temperaturas volverán a subir, atenuándose a partir del martes", explicó Juan Guillermo Pizarro, experto de la Dirección Meteorológica.

"Sin duda el que llueva ayuda enormemente a mitigar el impacto. Porque apaga ciertos puntos, disminuye el avance de los incendios, incrementa la humedad, entre otros; ayuda enormemente", sostuvo Aarón Cavieres.

El director de la Onemi, Ricardo Toro, en relación a la advertencia del Banco Interamericano de Desarrollo sobre falencias en el combate de emergencias, dijo que el servicio ha implementado una serie de medidas para enfrentarlas, las que van en línea con lo que postula el organismo.

Coordinador

Ante este nuevo panorama, el gobierno decidió centrar sus esfuerzos en una nueva etapa: la reconstrucción. Por eso es que la Presidenta Michelle Bachelet nombró al subsecretario de Obras Públicas, Sergio Galilea, como coordinador nacional por esta emergencia. "El deberá estar en terreno junto a la gente, escuchando sus necesidades, apoyando sus esfuerzos y agilizando los servicios públicos en los plazos acordados y acotados", sostuvo la Mandataria.

Galilea explicó que se centrará en coordinar las labores de cada uno de los ministerios involucrados en esta tarea.

Agregó que la labor de reconstrucción tendrá cinco grandes misiones: cortafuegos; agua potable rural; vivienda; fomento productivo y empleo, y repoblamiento forestal. "Tan importante como enfrentar la catástrofe es resolver los problemas de coordinación. Hay que saber exactamente que las personas afectadas son un número determinado y mientras antes lo tengamos mejor, porque así evitamos la inflación numérica que aparece después", dijo.

Añadió que durante este año se reconstruirán las viviendas afectadas. Además sostuvo que los esfuerzos estarán concentrados en Santa Olga, Región del Maule. "De las más de 1.600 viviendas que tenemos que reconstruir, cerca de mil son de Santa Olga. (...) En este caso, la ministra de Vivienda (Paulina) Saball ya ha definido tres etapas, en torno a (reconstruir) más de 200 primeras casas; después otras 400, y más adelante otras 200, que requieren un sitio adicional", dijo.

El martes y miércoles la autoridad viajará a el Maule, el jueves a Biobío y el viernes estaría en O'Higgins.