Luego de que la Corte Suprema resolviera ayer permitir la construcción de viviendas en zonas cercanas a la falla geológica de San Ramón, en La Reina, el concejal Francisco Olea advirtió que "seremos extremadamente rigurosos en el cumplimiento de las nuevas normativas antisísmicas y de calidad y sustentabilidad de las medidas de mitigación de proyectos públicos y privados".

Esta zona se caracteriza por una diferencia de nivel entre dos placas subterráneas y, según los expertos, ante un nuevo terremoto provocaría serios problemas.
 
Ante esto, Olea explicó que "geomorfológicamente La Reina está conformada por dos unidades básicas que determinan el desarrollo, crecimiento y comportamiento de la ciudad ante eventos naturales: el Piedemonte cota 1.000 msnm, y cabe señalar, que ha sufrido una intervención antrópica moderada. Y la Depresión Intermedia, formada por una terraza aluvial. La edificación extensiva ha suavizado notablemente el relieve de esta zona, afectando sus pendientes originales".

Consignó además que se está produciendo "impermeabilización de los suelos, pérdida de la cubierta vegetal y, por ende, el incremento de los escurrimientos superficiales".
 
Por lo anterior, sostuvo que ante bajo ningún pretexto proyectos de desarrollo inmobiliario o públicos, se omitirán de los estudios y normativa ambiental.

"Más aún, hemos planteado a los Consejeros Regionales de Santiago, que en la actual discusión del Plan Metropolitano de Santiago PRMS 100, se incorpore esta zona de riesgo y las medidas necesarias para su mitigación", advirtió.