Conciertos y muestra rinden tributo al pianista Oscar Gacitúa a 10 años de su muerte

La decisión estaba tomada y no había quién pudiese disuadirlo. El miércoles 5 de noviembre de 2001, a mediodía, el pianista chileno, uno de los más talentosos después de Claudio Arrau, se lanzó a las líneas del metro en la Estación Alcántara. Tenía 76 años y una carrera musical llena de premios y reconocimientos.

Partió joven. Nacido en Talca en 1925, a los ocho años ya tocaba con el violinista Pedro Dandurain, y en 1938, a los 12, debutó junto a la Orquesta Sinfónica. Los diarios de la época reconocieron de inmediato el precoz talento con que Gacitúa interpretaba a Bach, las sonatas de Haydn y Mozart, y lo bautizaron "el niño prodigio del piano chileno". Estudió en Estados Unidos en los años 50, tuvo un elogiado debut en el Town Hall de Nueva York a los 27 años y fue el único chileno en ganar, en 1955, el Concurso Chopin de Varsovia, por su interpretación de Nocturno en Re bemol del compositor polaco. El mismo, que esa mañana de noviembre estuvo tocando en su casa, antes de salir a encontrar la muerte. "Tenía una depresión y la decisión de suicidarse era definitiva. Mi hermano intentó frenarlo, pero no pudo. Incluso bromearon por teléfono, fue extraño. Mi papá tenía mucho humor negro", cuenta Roberto Gacitúa hijo del pianista, quien a 10 años de su muerte, organiza un homenaje a su padre.

Se trata de un ciclo de conciertos que iba a partir la semana pasada en el Teatro de la U. de Chile, pero que fue suspendido por el paro nacional. Este miércoles se retoma con la presentación de Elisa Alsina, a las 19.30 horas, para luego continuar, el 7 de septiembre, a la misma hora, con Edith Fischer. Si bien, en un comienzo, Luis Alberto Latorre cerraría el tributo, tuvo que cancelar por problemas de salud y será Michio Nishihara, el último discípulo de Gacitúa, quien cerrará el telón, el 14 de septiembre. "Cuando conocí a Gacitúa, yo era un antofagastino de 15 años con muchas ganas de aprender. Este encuentro me abrió un mundo de posibilidades, fue crucial en mi vida", dice el pianista. "No sólo era un gran ejecutante, sino que sus interpretaciones tenían personalidad. No era ni dulce ni complaciente, era bien extremista y expresivo en ciertos momentos de la ejecución", agrega Nishihara.

Los músicos interpretarán obras de Beethoven, Liszt, Rachmaninov, Schumann y Brahms. Sin embargo, el plato fuerte serán las versiones que cada uno hará de Chopin, el compositor favorito de Gacitúa y por quien se hizo conocido en el extranjero. Al ciclo de conciertos se suma una muestra, en el mismo teatro, con más de 100 fotografías, afiches y recortes de prensa que recorren la vida de Gacitúa. El pianista se presentó en el Teatro Colón de Buenos Aires, en el Carnegie Hall de Nueva York, el Bolshoi de Moscú y el Palacio Borghese de Florencia. Luego de su debut en el Tower Hall de EE.UU, en 1952, The New York Times escribió: "Chile, que ya ha producido con Claudio Arrau un pianista de primera magnitud, parece tener otro en Gacitúa".

A pesar de su auspicioso paso por el circuito extranjero, Gacitúa prefirió quedarse en Chile. "Tuvo muchas ofertas de conciertos y empresarios, pero optó por formar una familia", dice su hijo Roberto.

En el país, Gacitúa siguió tocando, ganando premios, grabando discos y alentando a los jóvenes músicos. "En los años 70, fue pionero en realizar conciertos de piano en todo Chile. Conseguía giras por varias ciudades y nos convocaba. Yo tenía 30 años cuando me invitó la primera vez y no cabía en la emoción. Por eso es que creo que estaría contento de saber que somos ahora nosotros, los que estamos haciendo música en su memoria", dice Elisa Elsina, quien este miércoles presenta un repertorio que incluye obras de Mendelssohn, Mussorgsky y Chopin.

Para Roberto Gacitúa, quien es percusionista, el último legado de su padre fue la formación de auditores. Al final de su vida trabajó junto al Teatro Municipal para impartir seminarios sobre apreciación musical a alumnos de Enseñanza Media. "Interpretaba las 32 variaciones de Beethoven y luego enseñaba a ejercitar la memoria y el oído. Mi padre sabía que lo más importante era formar público, es de lo que adolece el circuito de la música clásica. Es una tarea que quedó pendiente. y que a mí me gustaría reactivar", dice.

TRIBUTO A OSCAR GACITUA
Elisa Alsina abrirá este miércoles el ciclo de recitales, con obras de Mendelssohn y Chopin. El 7 de septiembre es el turno de Edith Fischer, que interpretará a Brahms. Finaliza Michio Nishihara, el 14 de septiembre. Entre $ 1.000 y $ 5.000. , a las 19.30 horas, en Teatro U. de Chile.

LA EXPOSICION
Fotografías del pianista, así como textos y afiches de los distintos conciertos que Gacitúa ofreció en escenarios como el Teatro Colón de Buenos Aires, el Carnegie Hall de Nueva York, la sala Bolshoi en Moscú y el Teatro Municipal de Santiago, recoge la muestra que abre este miércoles en el Teatro de la Universidad de Chile.