Un tribunal británico condenó el viernes  a un taxista de Londres a cadena perpetua por asesinar a un soldado  estadounidense hace ocho años en Irak, donde fabricaba bombas para atacar a las  tropas de la coalición occidental.

Anis Sardar, de 38 años, construyó el artefacto que mató al sargento Randy  Johnson al estallar bajo su vehículo en 2007.

Los magistrados condenaron el viernes a Sardar a cadena perpetua sin  derecho a libertad condicional antes de 38 años. El condenado permaneció  impasible durante la lectura de la sentencia.

Sardar se ha convertido así en la primera persona a ser condenada en Reino  Unido por hechos cometidos en Irak.

Tras volver a Reino Unido en 2007, el hombre fue detenido en Londres en  septiembre de 2014, después que el FBI estadounidense descubriera sus huellas  dactilares en otros artefactos similares colocados en la misma zona donde murió  el soldado.

Durante la lectura del veredicto de culpabilidad el jueves, antes de  conocerse la condena un día después, Sue Hemming, responsable de  contraterrorismo de la policía británica, dijo que el fallo era "un hito" que  demuestra que "las fronteras internacionales no son barrera para que los  terroristas británicos afronten la justicia".