Kevin Liverpool, el hombre que planeó un robo e intentó asesinar a la cantante Joss Stone, finalmente fue condenado a cadena perpetua.
El británico de 35 años planeó atentar contra la vida de la famosa cantante de soul en la casa que la artista posee en Devon, al sur de Inglaterra, en el año 2011.
"Siento alivio por que haya acabado el juicio y estos hombres no estén ya en posición de hacer daño a nadie", señaló la cantante en un comunicado.
Liverpool deberá cumplir un mínimo de 10 años y ocho meses en prisión antes de optar a una revisión de su sentencia.
Mientras, un segundo hombre involucrado en la conspiración llamado Junior Bradshaw, será sentenciado en una fecha aún por determinar a la espera de un informe psiquiátrico.
Ambos implicados llegaron el 13 de junio de 2011 hasta la casa de Stone armados incluso con una espada samurai, con la que pensaban decapitarla y posteriormente lanzarla a un río, según indicaban unos apuntes de los hombres. Todo, por la simpatía de la cantante con miembros de la familia real británica.
Sin embargo, los hombres fueron detenidos por la policía antes de llevar a cabo su plan, cuando un grupo de residentes cercanos a la casa denunciaron su actitud sospechosa.