El ex presidente tunecino Zine al Abidine Ben Alí fue hoy condenado en ausencia a cadena perpetua por segunda vez en un mes, por complicidad en la muerte de manifestantes, pero la absolución de algunos acusados gatilló la ira de los cercanos a las víctimas.
El ex mandatario fue juzgado junto a cuatro decenas de responsables de su régimen, entre ellos, el general Ali Seriati, ex jefe de seguridad del Presidente -condenado a 20 años de cárcel, informó el juez Hedi Ayari del tribunal militar de Túnez.
Asimismo, el ex ministro del Interior Rafik Belhaj Kacem fue condenado a 15 años, mientras su colega Ahmed Friaa fue absuelto.
En total, 21 acusados fueron absueltos. Entre ellos, Mohamed Arbi Krimi, el ex jefe de operaciones del ministerio del Interior y el ex jefe de servicios especiales, Rachid Ben Abid, dijo un responsable de la justicia militar a la agencia AFP.
Zine El Abidine Ben Alí, que dirigió durante 23 años el país hasta su huída el 14 de enero de 2011 a Arabia Saudita, es el único que ha sido condenado a cadena perpetua. Las condenas al resto de los acusados no absueltos oscilan entre cinco y veinte años de cárcel.
El presidente tunecino, Moncef Marzouki, en visita este jueves en Marsella (sur de Francia), aseguró que Arabia Saudita haría un "bello regalo" a Túnez si aceptara "devolverle" al ex gobernante. "Habría que aplicar esta pena y para ello nuestros amigos sauditas tendrían que devolvérnoslo", declaró Marzouki.
Las familias de las víctimas reaccionaron con enfado ante este veredicto al considerarlo demasiado clemente. "Todos los culpables merecen perpetuidad", corearon los familiares presentes.
"Nuestros hijos no son insectos para que algunos culpables sean condenados únicamente a cinco años de cárcel. Vamos a vengarnos, no nos vamos a callar, no nos quedaremos con los brazos cruzados", declaró Saida Sifi, madre de un joven de 19 años que murió durante la sublevación.
Tras el fallo, la presidenta de la Asociación de Familias de Mártires, Lamia Farhani, se abalanzó sobre la hermana de un acusado que clamaba la inocencia de su hermano, un subteniente condenado. "No hay derecho, no hay justicia", gritó Farhani.
En cambio, el abogado de Ali Seriati, Mohamed Mejri, denunció la severidad de la pena infligida a su cliente, al señalar que el mes pasado había sido absuelto por otra acusación similar por en un tribunal militar de Kef (oeste), acusando de complot a la clase política.
REVUELTAS
Los acusados fueron juzgados por su papel en la muerte de una cuarentena de manifestantes y las heridas de otros 97 en la región capitalina y en otras ciudades del norte del país como Bizerta y Nabeul. En total, más de 300 personas perdieron la vida en el levantamiento popular iniciado el 17 de diciembre de 2010 y que concluyó el 14 de enero de 2011 con la fuga de Ben Alí.
El presidente depuesto ya había sido condenado a duras penas en varios casos. A mediados de junio, fue condenado a cadena perpetua pronunciada por el tribunal militar de Kef por su papel en la muerte de una veintena de manifestantes. Ya en la época, la absolución de diez acusados, entre ellos responsables de alto rango, suscitó las protestas.
La organización Human Rights Watch señaló poco después en un informe que el código penal tunecino está "mal equipado" ya que "no trata del concepto de responsabilidad del superior jerárquico", lo que podría explicar el sobreseimiento pronunciado en algunos casos ante la falta de pruebas directas que los implicaran.