A 540 días de pena remitida, por cuasidelito de lesiones graves gravísimas, fue condenado el capitán de Fuerzas Especiales Víctor Ortíz Oyarce, tras dispararle a la menor de once años Kathya Rojas, provocándole la pérdida de visión en el ojo derecho.
Esto ocurrió el 29 de marzo del año 2009, en una nueva conmemoración del Día del Joven Combatiente. De esta forma, el fallo del Segundo Juzgado Militar estableció que se efectuaron tres disparos al interior del pasaje en la comuna de Pudahuel, impactando a la menor.
En primera instancia el imputado alegó legítima defensa por cumplimiento de deber, y atribuyó los hechos a un caso fortuito, todo lo cual fue rechazado por el segundo Juzgado Militar.
La sentencia argumenta que no tuvo sustento legal con el uso del arma antidisturbios (escopeta antimotines), descartándose la tesis del funcionario policial. El fallo establece que no se debió haber disparado si en la línea de tiro existían personas inocentes o menores de edad.
Según la investigación, a la hora de los hechos, el pasaje contaba con iluminación (alumbrado público) por lo que existía bastante claridad.
El fallo determina que el carabinero- que fue dado de baja tras el hecho- "no respetó los protocolos institucionales del uso del arma" "no actúo con la debida diligencia" y concluye "Imprudencia temeraria".
El abogado de la familia de la menor, Alfredo Morgado, indicó que "la condena es un avance sustantivo gracias a la investigación de la justicia militar, porque desde un principio el carabinero negó responsabilidad en los hechos. Lo más importante es que se estableció una responsabilidad penal".