Esta mañana la Primera Sala de la Corte Suprema ordenó condenar al cirujano plástico Pedro Vidal, por un intervención quirúrgica realizada a Consuelo Wagemann Morales en 1997 y que terminó con problemas para la paciente.
El profesional deberá pagar $30 millones a la mujer, luego de que ésta lo demandara por haberle practicado una reducción mamaria que la dejó, a su juicio, peor de cómo estaba.
La historia del caso se remonta a 1997, cuando Wagemann asiste a la consulta del doctor Vidal y éste le advierte sobre los peligros de la operación. Ante esto, el galeno le asegura que en caso de quedar con problemas en sus pechos, realizará otra intervención de forma gratuita, para corregir los eventuales problemas.
A pesar de que en tres oportunidades Vidal operó a la mujer, ésta no quedó satisfecha con los resultados. Sin embargo, el médico se negó a continuar con el tratamiento, ya sea de forma gratuita o remunerada.
De acuerdo al fallo, el facultativo tenía la obligación ética de seguir adelante con los procedimientos y, luego de una inspección visual realizada por el tribunal a los pechos de la mujer, para determinar el real estado de la operación, determinaron revocar la decisión de la Corte de Apelaciones que en 2009 había rechazado la demanda y condenaron a Vidal a cancelar la suma pedida por la mujer.