El Tribunal Oral de Curicó condenó hoy al sacerdote Francisco Javier Cartes a cinco años de presidio, pero bajo régimen de libertad vigilada y deberá pagar $30 millones a la víctima.

El religioso fue imputado por abusos sexuales en contra de un menor de edad, hechos que habrían comenzado a registrarse a partir de 2010, cuando el niño tenía 12 años.

De acuerdo a los antecedentes, se habrían registrado tres episodios, uno de ellos en una iglesia, mientras que los otros dos en el domicilio particular del religioso.